4 razones por las que escuchar música triste nos hace sentir tan bien
No importa si es otoño o primavera en tu país, nos acercamos hacia el fin de año y es inevitable sentirnos con algo de melancolía por esas resoluciones no cumplidas, amores fallidos o por estar lejos de gente querida. Para pasar este trago amargo, ¿qué mejor que una buena playlist de canciones tristes para ayudar a salir esas lágrimas que tanto nos reprimimos?
Adele y Taylor Swift son artistas que conocen muy bien estos sentimientos y no es casualidad que sus canciones estén ahora mismo en miles de playlists en todo el mundo. Pero ¿por qué insistimos en escuchar sus canciones cuando estamos tan tristes?
Pudiera parecer contraproducente, pero la verdad es que hay justificaciones biológicas y psicológicas por las cuales recurrimos a la música triste. Como ya lo hemos discutido ampliamente en TekCrispy, aquí te resumimos algunas de estas razones:
Cerati tenía razón, las canciones tristes nos hacen sentir mejor
“Pones canciones tristes para sentirte mejor
Tu esencia es más visible
Del mismo dolor
Vendrá un nuevo amanecer”‘Adiós’, Gustavo Cerati
Aunque suene contradictorio, sí, la música triste sirve como aliciente para nuestra melancolía porque nos ayuda a empatizar con el dolor de otros, y a la vez que los entendemos sabemos que no estamos solos con nuestros sentimientos. Además, biológicamente, una canción de Adele podría ser un equivalente —para algunas personas— a un shot de morfina que ayuda a sobrellevar el duelo.
Esto se explica en un estudio de 2019, en el que se probó que las mujeres que estaban deprimidas escogieron el tema ‘Adagio para cuerdas’ de Samuel Barber para llevar unas tareas a cabo. La razón por la que se decantaron por este tema es que se sentían más tranquilas y relajadas por sus bajos niveles de energía.
No siempre la música alegre nos motiva a afrontar el día con energía cuando estamos tristes.
El juego de las hormonas
De acuerdo con la neurociencia, al empatizar con el dolor de otros, nuestro cerebro libera una hormona llamada prolactina y oxitocina, las cuales nos ayudan a sentirnos más tranquilos y que contamos con el apoyo de alguien que nos comprende. Si bien hasta los momentos no hay estudios que demuestren que el escuchar música triste eleva nuestros niveles de prolactina, sí que juega un rol importante en el hacernos sentir bien.
Pero además de la prolactina y la oxitocina, nuestro cerebro también libera dopamina solo por el hecho de escuchar música, ya sea alegre o triste, y esto nos hace sentir mucho mejor.
¿Qué significa estar triste? Hay tantos significados como personas en el mundo
Aquí vale aclarar un par de datos. El primero es que la música, en el sentido científico de la palabra, produce los mismos sentimientos en personas de diferentes culturas —según este estudio—, lo cual resulta muy interesante porque eso, a su vez, podría responder otras preguntas como ¿por qué sentimos escalofríos cuando escuchamos nuestra canción favorita? o ¿por qué lloramos al escuchar música?
Ahora, el segundo dato a aclarar tiene que ver más con la subjetividad de nuestras opiniones con respecto a la música. De acuerdo con un artículo de The Conversation, sentimos dos tipos de placer cuando escuchamos música triste: el sensorial, que es el que nos produce escuchar música (triste o alegre), y otro más analítico o resultante, como el sentido de satisfacción que nos deja haber escuchado una canción triste.
Pero podemos ir más allá, y decir que cada persona puede imprimir sus propias situaciones actuales en esa pieza musical. Por ejemplo, ahora mismo podemos estar en pandemia y experimentando todo tipo de situaciones individuales que nos harán apreciar una canción de manera diferente.
Puede que tal vez no hayas pasado por un divorcio como Adele, pero tal vez recuerdes a alguien que sí y empatizas con eso, o vives tu propia situación en esas letras. No hay un significado universal para cada canción.
¿Un mundo triste o estar triste está de moda?
Como comenzamos esta nota, cada vez que se acerca el fin del año solemos experimentar cierta nostalgia por numerosas razones. Pero ¿qué ocurre cuando esta sensación no es solo temporal y estacional sino que se prolonga por años?
Esa es una pregunta que algunos científicos se han planteado y no ha habido respuesta. En 2019, un estudio identificó un crecimiento de términos como ansiedad y depresión en canciones populares.
Y si bien no se halló respuesta a si los artistas están siendo más vulnerables o si la industria está aprovechando el sentimiento general de las generaciones más jóvenes, la música siempre ha servido para entender capítulos de la historia. Nuestros padres y abuelos le cantaban al amor después de las guerras, y todo tenía un toque más ingenuo, más adelante, la juventud a finales de los 70 decía que no había futuro y ahora en la actualidad las canciones tristes están en el top de las listas populares.
Si hay algo que es destacable es que existen canciones que nos permiten enfrentar nuestra tristeza —cada quien a su manera— y que no importa lo que signifique estar triste para unos, la música siempre estará ahí para ayudarnos a drenar.