¿Silicona o hidrogel? Las compañías estéticas están mejorando sus implantes mamarios

Puede que la silicona sea el material más común en las cirugías estéticas, pero eso no lo hace el más recomendado. La ciencia ha demostrado en múltiples ocasiones que los implantes mamarios rellenos con silicona pueden producir reacciones autoinmunes dolorosas. En su mayoría, acompañadas por una hinchazón y una coloración rojiza bastante desagradable para las mujeres que acaban de superar un cáncer de mama y solo quieren pensar en algo que no sean sus senos.

Lamentablemente, las únicas dos opciones de reconstrucción mamaria disponibles eran la silicona y la cirugía de colgajo. Y el colgajo suele ser también un material desagradable, pues los cirujanos tienen que extraer un tejido del estómago, el muslo o la espalda para formar el implante.

 

Sin embargo, la cirugía estética ha cambiado mucho en esta última década, y ahora un puñado de empresas están a un paso de decirle adiós a la silicona definitivamente. Todo gracias a la bioimpresión en 3D.

Los nuevos implantes mamarios serán de hidrogel 

Así imprimen los implantes de hidrogel en Healshape | Créditos: Healshape

El hidrogel impreso en 3D de HealShape es una de las opciones más prometedoras del mercado. Está diseñado para ser biodegradable, por lo que, a medida que crece el nuevo tejido mamario en la mujer, el implante va desapareciendo sin dejar rastro. Esto sin el riesgo de otra cirugía de extirpación mamaria.

“Después de 18 meses no tienes ningún producto en tu cuerpo. El hidrogel está hecho para ser colonizado por las células grasas del paciente”.

Julien Payen, director ejecutivo de la startup Lattice Medical

Los implantes mamarios de silicona suelen reemplazarse cada 20 años, para evitar que la prótesis se rompa o que los componentes químicos infecten la sangre. En ocasiones, a los 10 años o menos, si se detecta un trastorno autoinmune. Con lo cual las mujeres que requieren de una reconstrucción de senos están obligadas a pasar por el quirófano más veces de las que deberían.  

Para frenar esta experiencia desagradable, la compañía Healshape creó este nuevo hidrogel blando que se hace a medida para cada paciente, y se inyecta en el seno. Aunque su efectividad se probará dentro de dos años, en un estudio clínico con mujeres. 

El futuro de la cirugía estética está marcado por la impresión 3D

Implante biodegradable para mantener el seno en su posición | Créditos: Lattice Medical

Otras empresas han copiado el concepto de los implantes mamarios con hidrogel, y están desarrollando más materiales en 3D para reemplazar a la silicona.

Por ejemplo, la empresa CollPlant trabaja en algo similar a una biotinta, extraída de hojas de tabaco modificadas para producir colágeno humano. Una innovación mucho más arriesgada, pero que podría ayudar a darle un extra de elasticidad y firmeza a la piel.

 

Asimismo, la startup Lattice Medical ha creado una jaula impresa en 3D para colocar el colgajo debajo del área del seno. De esta manera, el seno puede crecer en el lugar correcto mientras la jaula de tejido adiposo se degrada.

“El tejido vascular se inserta en una “cámara de ingeniería de tejidos” biorreabsorbible, que se degrada en 18 meses. Es seguro y orgánico”.

Lattice Medical

¿Estos implantes cubrirán las expectativas de todas las mujeres?

Vía Pixabay

Un equipo de investigación estudió recientemente los alcances de estas nuevas técnicas estéticas frente a los implantes mamarios de silicona, y concluyó que la impresión 3D tiene potencial. No solo para la industria médica, sino también para las mujeres que quieren lograr una reconstrucción de senos a largo plazo.  

Todas las piezas biodegradables buscan facilitar el crecimiento natural del tejido mamario. Por lo tanto, no obstruyen los nervios de la forma que lo hacen los implantes de silicona. 

Esto ayuda a que la mujer no pierda sensibilidad en sus senos tras el implante. Por no mencionar que evita el entumecimiento y la sensación de “bolsa de hielo” que sienten muchas pacientes con implantes mamarios de silicona en invierno. 

Sin embargo, estos nuevos materiales podrían no ser una buena opción para aquellas mujeres que no buscan una reconstrucción mamaria, pues no están centrados en aumentar el volumen del pecho. Así que son solo innovaciones útiles para las personas que sufrieron una reducción de senos por el cáncer de mama, o una malformación reciente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *