Restaurantes de comida mexicana usan “falso guacamole” ante la subida de precio del aguacate

R T – El precio del fruto en México ha tenido un incremento de 62,2 % en julio de 2019, respecto al mismo mes del año pasado.

Restaurantes de comida mexicana han recurrido al uso de “falso guacamole” debido a la subida de precios de los aguacates, ingrediente principal de esa salsa.

Hace unas semanas, la ‘youtuber’ Alejandra de Nava, que muestra recetas de cocina, publicó un video que tituló “falso guacamole, el secreto de los taqueros”.

En el audiovisual da a conocer cómo se prepara un guacamole sin aguacate, lo que —dice— es “el secreto de las taquerías”. En lugar del tradicional ingrediente, la salsa lleva calabacitas, también conocidas como calabacín.

De Nava hirvió las calabacitas con tomates verdes, luego las frió en aceite con un chile jalapeño; posteriormente licuó esos ingredientes con cilantro, ajo y una pizca de sal, y obtuvo una salsa espesa, de un color y sabor parecido al del guacamole.

En EE.UU. también la hacen

La receta no es exclusiva de México, también ocurre en restaurantes en EE.UU., dijo el editor en jefe del portal L.A. Taco, Javier Cabral, quien compartió un artículo en el que señala que “ningún taquero admitirá” que ha hecho esta salsa para sustituir al guacamole.

“La receta de guacamole falso es casi idéntica al guacamole de una taquería estándar”, enfatizó, y agregó que “incluso para un paladar experimentado con tacos, cuando se sirve con una tortilla bien tostada, una carne jugosa o un queso fresco, cebolla, cilantro y lima, sería extremadamente difícil de notar”.

Menciona que, pese al increíble parecido de las salsas, la de calabacitas se puede identificar porque tiene un sabor “más débil y sutilmente dulce” en comparación con el guacamole original.

En declaraciones a The Guardian, la chef Christy Lujan Kist, que cocina para el restaurante Cacao Mexicatessen, en la ciudad de Los Ángeles, dice que está de acuerdo con los negocios que usan la salsa de calabacitas, pues para ella, es solo otro tipo de salsa.

“He hecho simulacro de guacamole en casa con solo cebolla, ajo y jalapeños en caso de emergencia. Así que realmente no creo que sea un gran problema, solo otra receta“, comenta.

Reacción en las redes

En el video de De Nava, varios internautas opinaron sobre la novedad. “Si nos mienten con el guacamole, no me quiero imaginar con la carne”, es uno de los comentarios.

Mientras, otro dice: “La próxima vez pediré pico de gallo, para que nadie pueda engañarme con el aguacate. Mi vida no volverá a ser la misma cuando vaya a los tacos”.

“¿Que edad tenían cuando se enteraron que la salsa de ‘aguacate’ de los puestos de tacos no tiene aguacate sino calabacita cocida que le da el color y la textura?”, escribió, por su parte, en Twitter, la internauta Karligrafia.

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Posible justificación

El precio de los aguacates en México se ha disparado en 2019, debido a una baja en la producción, según informa el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). En su documento “Boletín mensual de avance de la producción de aguacate”, del 23 de julio, informa que en el mes de junio de 2019 se produjeron 1.033.758 toneladas del fruto, “2.0 % menor a lo cosechado el mismo mes del año previo”.

En su informe “Seguimiento diario de precios al mayoreo”, del pasado 26 de julio, el SIAP publicó el precio del aguacate a 62,56 pesos (3,28 dólares) por kilo, un incremento de 24 pesos (1,25 dólares) o 62,2 %, respecto a julio de 2018, cuando se cotizaba en 38,56 pesos (2,02 dólares).

En el caso de EE.UU., la justificación puede ser similar, aunque se suman otros factores. “Básicamente, los precios han subido significativamente en el último año”, dijo también a The Guardian, Sylvain Charlebois, director del Laboratorio de Análisis Agroalimentario de la Universidad Dalhousie en Halifax, Canadá.

A ello le suma una baja cosecha en California, debido a la devastadora ola de calor del verano pasado en el centro y sur del estado. Charlebois dice que podría influir el aumento en la demanda del aguacate, porque, a su juicio, ninguna dieta los discrimina: ni veganos, ni vegetarianos, ni seguidores de la dieta cetogénica u omnívoros.

 

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