Almejas fosilizadas y un secreto extraterrestre

Tenemos el caso del selenio y el molibdeno, que en teoría no deberían encontrarse en el manto terrestre sino en el núcleo, por ser fuertemente atraídos por el hierro. Sin embargo, se los ha encontrado en la superficie como resultado del paso de objetos extraterrestres, como los meteoritos, que los han dejado.

Tal es el caso de las microtectitas, que son pequeñas cuentas de vidrio que se formaron cuando un objeto de estos choró contra la Tierra, envió roca fundida a la atmósfera y se enfrió y recristalizó para luego caer en la corteza y acumularse dentro de almejas fosilizadas.

 
 

Hay microtectitas dentro de almejas fosilizadas

Las microtectitas fueron descubiertas por investigadores de la Universidad del Sur de Florida hace apenas 10 años, en una cantera en el condado de Sarasota, Florida cuyas paredes estaban repletas de conchas marinas fosilizadas de los últimos millones de años.

En 2006, los estudiantes de la Universidad del Sur de Florida estaban buscando organismos unicelulares fosilizados llamados foraminíferos bentónicos, una forma de vida muy diversa y de importancia para el planeta. Bajo la dirección de Roger Portell, del Museo de Historia Natural de Florida, estos empezaron a buscar el quahog del sur, o la almeja bola (Mercenaria campechiensis), los cuales funcionan como almacenadores de sedimentos y formas de vida más pequeñas, como los organismos de su interés.

 

“La lluvia puede arrastrar muchos de los hallazgos por la sección de conchas“, dijo Portell. “Pero si están atrapados dentro de dos grandes válvulas de almeja, se capturan todas esas cosas buenas“.

 
 

Fue entonces cuando Mike Meyer, uno de los estudiantes, encontró pequeñas cuentas de vidrio transparente dentro de algunas almejas, las cuales eran incluso más pequeñas que lo granos de sal.

 

En su momento no sabía qué eran, pero llamaron tanto su curiosidad que empezó a consultar con varios especialistas de la ciencia. Sin embargo, nadie pudo darle una respuesta en la que identificaran estas pequeñas bolas. A raíz de ello, Meyer guardó 83 ejemplares en una caja durante 10 años.

 
 

Una vez transcurrido dicho tiempo, Meyer se decidió a iniciar su propia investigación al respecto. Realizó análisis físicos y en su composición química, y dichos resultados los comparó con rocas volcánicas, cenizas de carbón y otros subproductos industriales, y ninguna encajó con el perfil.

 

Si no encajaban con ninguna de las cosas similares ya existentes en la Tierra, entonces estas podrían tener un origen extraterrestre. “Me dejó alucinado”, declaró Meyer al hablar sobre su hallazgo.

Las almejas fosilizadas son como cápsulas del tiempo

Cuando las almejas mueren, dentro de ellas quedan atrapados sedimentos finos y diferentes partículas, y conforme pasa el tiempo estas se van cerrando con el material adentro, que se mantiene allí durante muchos años. Es por ello que se las ha considerado como las perfectas cápsulas del tiempo.

 

Tal como indica Roger Portell, coautor del estudio y líder de campo de la excavación de verano de 2006 en el que se desenterraron los microtectitas, comenta que “dentro de almejas como estas podemos encontrar cangrejos enteros, a veces esqueletos de peces. Es una buena manera de preservar especímenes”.

 
 

¿De dónde provienen las microtectitas?

Pero en lugar de encontrar esqueletos de peces, los investigadores encontraron microtectitas, las cuales tienen origen extraterrestre y resultan por demás interesantes en comparación con los primeros. Sí, como lees: Meyer considera que estas provienen de uno o más impactos de meteoritos pequeños cerca de la Plataforma de Florida, la meseta que subyace a la península de Florida.

Las microtectitas encontradas son ricas en sodio, lo cual las hace muy diferentes a otro tipo de desecho de impactos de meteoritos. Considerando que la sal es muy volátil, en un evento así, al expulsarse a la atmósfera a altas velocidad, suele evaporarse.

“Este alto contenido de sodio es intrigante porque sugiere una ubicación muy cercana para el impacto. O al menos, sea cual sea el impacto creado, es probable que golpee una gran reserva de sal de roca o del océano. Muchos de esos indicadores apuntan a algo cercano a Florida”.

El primer indicio de ello es que las microtectitas encontradas en 2006 se encontraban a cuatro profundidades diferentes, cada una de las cuales correspondía a un periodo de tiempo geológico diferente según los análisis que realizaron. Según Meyer, el que estas estuvieran distribuidas de esta forma era “un poco extraño”, por lo que empezó a buscarle explicación:

 

“Podría ser que son de una sola cama de tectita que se lavó durante milenios o podría ser evidencia de numerosos impactos en la Plataforma de Florida que simplemente no conocemos”.

Para estimar la edad de las microtectitas, aplicaron un proceso llamado datación con potasio-argón, considerando también que cuando una roca de este tipo se funde restablece su reloj geológico a cero:

El proceso de fusión básicamente pone el reloj a cero porque fue cuando se creó esta roca, tan pequeña. Con la recristalización, el reloj comienza de nuevo y puedes usar eso”.

Hasta ahora, Porter estima que estas tengan entre 2 y 3 millones de años, pero es necesario continuar con los estudios para verificarlo. Además, se estima que hay muchas otras microtectitas en los fósiles marinos de Florida, pero la zona en que se encontraron ahora es un centro de viviendas, lo que representa un obstáculo para ello.

 
Este artículo fue publicado originalmente en Tekcrispy

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