¿POR QUÉ LOS MELONES SON TAN CAROS EN JAPÓN?
De vez en cuando, Japón trata la fruta como artículo de lujo, y los melones se encuentran entre los más caros. Con un valor de hasta miles de dólares. ¿Cuánto sería lo máximo que pagarías?
En 2016, una pareja de perfectos y redondos melones originarios de la región de Yubari, en el norte del país, fue vendida mediante una subasta en US$27,000.
Asimismo, en mayo de 2019, dos melones de Hokkaido se vendieron en una subasta por cinco millones de yenes. Eso es un poco más de US$45,000, informó el sitio de viajes Roads and Kingdoms.
¿QUÉ ES LO QUE HACE QUE ESTA FRUTA SEA TAN CARA?
Estas frutas se cultivan en condiciones extremadamente controladas para asegurarse de que crezcan perfectamente. Cada temporada, levantan la apuesta por lograr algo mejor: así ocurre con el atún, la carne Kobe, los melones y las uvas.
A menudo, cada planta solo produce UNA fruta para asegurarse de que todos los nutrientes y jugos se combinen en un delicioso manjar.
En julio de 2016, un racimo de uvas japonesas del tipo Ruby Roman -rojas y cada una del tamaño de una pelota de ping pong- fue comprado por US$11,000, informa Bussines Insider.
FRUTA COMO REGALO
Históricamente, la fruta ha jugado un papel importante en la cultura de regalos de la nación. Durante el siglo XIV, los samurais ofrecían mandarinas o melones al shogun, su líder, como un signo de lealtad y aprecio.
Hoy esta actitud todavía existe; sin embargo, podría decirse que la fruta se puede ver más como un recipiente de apreciación con el valor etiquetado como el mayor símbolo, en lugar de la fruta en sí. Una fruta cara puede parecer ridícula, pero el valor implícito es donde obtiene su valor.
Otra razón por la cual la fruta es tan cara en Japón es simplemente porque es considerada perfecta.
Los agricultores pasan sus carreras dedicadas a cultivar los frutos perfectos, temporada tras temporada, cultivando incansablemente, cosechando inspecciones y alterando hasta crear el espécimen perfecto.
Con el fin de garantizar que alcancen su máximo potencial, los agricultores también suministran a los melones «masajes de melón» para garantizar la máxima dulzura. Este trabajo y este tiempo no son baratos.
Una vez que se ha seleccionado lo mejor de lo mejor, salen al mercado para ser comprados por recolectores de frutas de lujo y luego vendidos por el precio de un automóvil.