EE.UU. advierte que el coronavirus podría afectar a China, provocar efectos en Washington y extenderse al resto de la economía global
Por RT Internacional
Estas declaraciones del presidente de la Reserva Federal de EE.UU. se producen justo cuando las incertidumbres comerciales provocadas por la incierta evolución del coronavirus habían disminuido y los mercados reflejaban cierta estabilidad.
El presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), Jerome Powell, advirtió que la epidemia del nuevo coronavirus que afecta a China podría plantear riesgos económicos más allá de sus fronteras.
“Estamos monitoreando de cerca la aparición del coronavirus, que podría conducir a interrupciones en China que se extenderán al resto de la economía global”, aseguró Powell este 11 de febrero a los miembros del Comité de Servicios Financieros de la Cámara estadounidense.
Estas declaraciones se producen justo cuando las incertidumbres comerciales provocadas por la incierta evolución de la enfermedad COVID-19 provocada por el nuevo coronavirus, habían disminuido y los mercados reflejaban cierta estabilidad con la subida del precio del oro. Sin embargo, en este sentido, Powell ve a la economía estadounidense “resistente” y considera que la actual política monetaria de la Reserva Federal “seguirá siendo apropiada”.
No obstante, el alto funcionario no descarta que la problemática alrededor del actual brote “probablemente” provoque “algunos efectos” en EE.UU. “Creo que es demasiado pronto para decir que tenemos que resistir la tentación de especular sobre esto”, agregó Powell.
El año pasado, la Fed redujo tres veces sus tasas de interés con el ánimo de aislar la economía contra el tambaleante crecimiento global y las consecuencias de las guerras comerciales del presidente estadounidense, Donald Trump. Esa estrategia condujo a un crecimiento constante. A pesar de ello, Powell sigue siendo objeto de quejas constantes desde su Administración, desde donde instan a lograr tasas más bajas, subraya el diario The New York Times.
La Reserva Federal opera independientemente de la Casa Blanca, pero responde al Congreso, facultad que le ha dado libertad de perseguir sus dos objetivos: inflación estable y empleo al máximo, según lo considere conveniente, resalta el medio.