El ancestral culto a la Santa Muerte
Por: Jazmin Martínez
Noria de San Pantaleón en el municipio de Sombrerete, se reconoce la fe y culto a la llamada “Niña Blanca” o “La Señora” cuya imagen es mejor conocida como La Santa Muerte.
Su origen o cómo llegó la imagen de la Santa Muerte a esta región del norte del estado es desconocido. Su presencia se registra en las antiguas minas de Sombrerete a partir de 1790 en delante, específicamente en el pueblo de San Martín de las Norias de San Pantaleón, hoy representa uno de los cultos paganos más importantes en todo el país con alrededor de dos millones de creyentes, según cifras conservadoras.
Si bien es cierto que la adoración a la Muerte en México data desde hace tres mil años, es en esta región zacatecana donde se puede ubicar los primeros inicios de este culto en la actualidad y más claramente relacionado con una de las actividades económicas más importantes del estado: la minería.
Personas provenientes de diversas partes del país y de los Estados Unidos visitan esta comunidad durante todo el año con un sólo objetivo: cumplir la promesa de visitar el templo e imagen de la Santa Muerte.
Su pequeña capilla de adoración se encuentra ubicada en los terrenos particulares de Hortensia Castro, pobladora del lugar, luego de que hace seis años el cura del pueblo mandara sacar y quemar la imagen, cuya presencia por décadas se ubicó en el interior de la Iglesia de San Pantaleón, construida en el periodo de 1726 a 1738.
La celebración de “La Niña Blanca” suele ser el dos de noviembre donde todos los fervientes, vienen a dejarle un presente, cantarle sus mañanitas y agradecer todos los bienes que les proporciona.