¿Cuál es el mejor material para los cubrebocas y prevenir COVID-19?

Desde el inicio de la pandemia por coronavirus o COVID-19, el uso del cubrebocas en México se volvió más frecuente entre las personas para evitar los contagios, tanto en hospitales como el lugares públicos. Sin embargo, hay varios de tipos de estos artículos como los quirúrgicos, los N-95 y los de tela que también pueden ser hechos de distintos materiales para disminuir el paso de virus. Aquí te decimos cuáles son los más efectivos.

La directora del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA, Alethse de la Torre Rosas, explicó que actualmente se usan tres tipos de cubrebocas:

• N-95
• Quirúrgico
• De tela

Quirúrgico

Detalló que la mascarilla quirúrgica se debe de utilizar en áreas de atención clínica, “está recomendada en nuestros lineamientos, al igual esta nueva actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

En México, se recomiendo su uso también en áreas administrativas donde no es posible guardar sana distancia; además indicó que son desechables por lo que al terminar el periodo de usos que debe ser no mayor a ocho horas, se tiene que destruir para evitar que sea reutilizado y tirarlo en una bolsa de plástico.

Asimismo recomendó que cuando el cubrebocas se encuentre húmedo hay que retirarlo de inmediato y colocarse uno nuevo para evitar que el virus se quede en las gotículas.

Por otra parte indicó que no filtra el aire inhalado, “por lo tanto no nos protege de forma efectiva”, ya que tiene una eficacia de filtración que va de un 60 a un 80%.

De tela

También está el cubrebocas de tela, el cual solo es recomendado para ambientes comunitarios, como ir de compras, el transporte público, salidas rápidas al exterior y que no están recomendados para ambientes hospitalarios, ya que no son efectivos.

De la Torre Rosas alegó que este tipo de aditamentos debe estar compuesto por tres capas de tela y que de preferencia la externa sea resistente al agua para evitar que se humedezca.

Para transportarlo se debe llevar en una bolsa de plástico y evitar el contacto con la ropa o las manos sucias; no debe de tocarse mientras se porta y se tienen que lavar diariamente a altas temperaturas, es decir, de 80 a 120 grados centígrados o bien hervirlo durante un minuto para inhibir el efecto del virus. Además, es recomendable aplicar una solución que tenga hipoclorito de sodio.

Indicó que hay diferentes telas que pueden ser más efectivas que otras, ya que por su composición pueden tener mayor o menor capacidad de filtración.

El filtrado con las mascarillas de neopreno, y que por eso es que aún se requiere muchísima más información, van del 0.7% de filtrado y de eficacia, hasta el 60%.

Agregó que se pueden hacer de otro tipo de material como de polipropileno, de algodón, poliéster de celulosa, dependiendo de las capas que se tenga, pero después de ciertos tipos y tejidos ya no tiene la capacidad de generar un factor de filtración que sea adecuado y disminuye rápidamente.

Mascarillas N-95

Finalmente, enfatizó que para las áreas críticas donde se atienden a pacientes con COVID-19 o se usan aerosoles para trabajar, las mascarillas N-95 son ideales para el personal médico que enfrenta la pandemia.

“Se puede dar una transmisión por vía área, estas son microgotas que sí quedan suspendidas en el aire y es importante recordarlo porque para este tipo de transmisión si es necesario un tipo específico de mascarilla que se conoce como respirador N-95 o mascarilla también N-95”, remarcó.

Pero estos para ser eficientes tienen que ser un sellado, se hacen unas pruebas de ajuste, es decir, un lineamiento específico sobre uso correcto de estos respiradores y esto significa que tiene que sellar perfectamente, bello facial, algún piercing que se tenga, etcétera, puede interferir, inclusive el maquillaje puede interferir en el sellado de estos respiradores, y abajo de ese respirador tienen una mascarilla quirúrgica.

Este tipo de cubrebocas cuenta con una válvula que facilita la respiración, a diferencia de las higiénicas o quirúrgicas. Está hecho de una fibra electrostática de polipropileno no tejida que impide el paso de partículas, además su estructura rígida la mantiene en su posición e impide que se deforme con el movimiento o en climas húmedos.

Tiene un porcentaje de efectividad para filtrar partículas a partir de 0.3 micrones del 95%.