Videgaray vs Osorio Chong, el enfrentamiento del sexenio de EPN

Por Aquiles siller /Politico mx

Para el mundo de la política era más que un secreto a voces que desde el inicio de su sexenio Enrique Peña Nieto sustentó su gobierno y su proyecto político en dos pilares fundamentales: los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Osorio Chong. A la distancia, señalan expertos y analistas, esto fue origen y destino del resultado final de ese periodo: las tensiones, los equilibrios, los desacuerdos y la ruptura entre ambos personajes lo marcó todo. Del Pacto por México a la designación del candidato presidencial del PRI en 2018. Entender el enfrentamiento que hubo nos dará luz sobre sucesos actuales.

Los dos colaboradores

Apenas habían pasado dos años del sexenio pasado cuando se confirmaba lo evidente: Peña Nieto ocupaba a uno para la política coyuntural y la seguridad, y al otro para la economía y la política estratégica. Osorio Chong podía aún decirse su amigo y camarada de múltiples acciones políticas desde que eran gobernadores; Videgaray era su principal estratega y álter ego.

Sin embargo, el entonces secretario de Hacienda llegaba a cruzar el campo de la política por instrucciones presidenciales; muchos recuerdan que fue quien organizó y facilitó el Pacto por México, la palanca política que permitió la conformación de las reformas estructurales que le dio validez y coherencia al gobierno peñista al menos hasta septiembre de 2014.

Pero al paso de los siguientes dos años, con el desgaste de Ayotzinapa y la acumulación de conflictos y de escándalos, el eventual trabajo conjunto de ambos personajes ya no era viable. Al revisar las columnas de la época se advertía que una serie de decisiones y designaciones mostraban que el presidente de la república se decantaba por el titular de Hacienda.

Como muestra, Enrique Ochoa llegaba a la dirigencia nacional del PRI, con lo que hacía evidente que Videgaray ya tenía control de áreas como Desarrollo Social, Educación y Turismo, esto es, las maquinarias políticas y electorales, ¿El damnificado? el secretario de Gobernación, Osorio Chong quien no dejaba de estar en el primer lugar de preferencias electorales por parte de los priistas.

El desgaste y el visitante

Para el verano de 2016 la liga se estiró demasiado con la visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, a todas luces orquestadas por el titular de Hacienda. Retomando de la misma manera a las crónicas y columnas periodísticas de esos días se estableció que “la visita de Donald Trump a México causó la crisis política más profunda que ha tenido el presidente Enrique Peña Nieto”.

Fue toda una tormenta en el gabinete pues Osorio Chong insistió al presidente que cancelara el encuentro, y se ofreció como “el chivo expiatorio” por lo que habría sido un desaire de último minuto; la canciller Claudia Ruiz Massieu, al ser excluida del proceso, presentó su renuncia sin que se la aceptaran.

Fue entonces el momento más débil para Videgaray quien renunció para salir momentáneamente del equipo de Peña Nieto. No faltó quien dijera por todo lo alto que esto le dejaba el camino despejado a Osorio Chong; hubo incluso quien comentó que en la ceremonia de relevo en la Secretaría de Hacienda “no ocultaba su felicidad”.

El cierre de sexenio

Más pronto que tarde, Videgaray regresaba al círculo cercano de Peña Nieto como secretario de Relaciones Exteriores para volverse un virtual “operador político” rumbo a la sucesión de 2018. El tema de la enemistad con el inquilino del Palacio de Cobián era constante; Joaquín López-Dóriga se lo cuestionó en mayo de 2017 en la radio.

“Recurrentemente me hacen esta pregunta y a veces en broma Luis y yo decimos: ‘Oye, pues cómo quieren que salgamos de los eventos, ¿abrazados?’”, dijo Osorio Chong. Fiel al estilo de decir cosas entre líneas señaló que “tan buena es nuestra relación como decirte que hoy en todos los trabajos que él encabeza, el equipo de la Secretaría de Gobernación está sumado al liderazgo que él trae, para que salgan bien las cosas. Lo que se requiera, él lo podrá decir mejor que yo, no solamente se da de buena gana y de buena manera, también porque va a ayudar al país. Y nuestra relación personal, personal, es buena”.

En julio de 2017, Osorio Chong no estuvo en la reunión en Los Pinos con John Kelly, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos. su contraparte en esa nación. Una vez más los comentaristas de la política de ese momento soltaban que su relación con Videgaray, Meade y algunos otros “no es buena. Con algunos es pésima”.

Finalmente la definición de José Antonio Meade como el candidato presidencial del PRI (un externo, un no militante por primera vez en su historia) obligó a tomar definiciones. Miguel Ángel Osorio Chong renunció a Gobernación, porque tenía la mira puesta en la eventual coordinación de la bancada tricolor en el Senado.

Entrevistado por el semanario Proceso, Porfirio Muñoz Ledo hizo el retrato más puntual de lo que ocurría en torno a Enrique Peña Nieto. “Miguel Ángel Osorio Chong renunció a la Secretaría de Gobernación porque no quiere ‘cargar con el muerto’ del PRI, porque prevé que su partido perderá la próxima elección presidencial. Su salida no sólo es una estrategia electoral, también es política” consideró.

Explicaba que la renuncia del hidalguense era consecuencia de los espacios alcanzados por Luis Videgaray. “Su fuerza ha llegado a tal grado que él conduce el país y no el presidente Enrique Peña Nieto” y planteó justamente que el rebase político se consumó con la presencia de Trump pese al “sacrificio” posterior.

En 2020 tenemos los ecos de ese conflicto a dos vías: con el retorno de Emilio Lozoya a México y lo que pueda decir del caso Odebrecht; así como la información de la investigación administrativa de la Secretaría de la Función Pública (SFP) a Miguel Ángel Osorio Chong. Las cuentas parece que no se han saldado.

 

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