Biden, cerca del triunfo
Escribe David Brooks, corresponsal de la Jornada nacional en Nueva York: Aún por verse los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos, una jornada posterior al cierre de casillas en espera del conteo en cinco estados que definirían el triunfador, mientras Donald Trump pretende frenar y obstaculizar el conteo al acusar fraude, lo que provocó diversas movilizaciones en defensa del voto y contra un autogolpe de Estado.
De acuerdo con estimaciones especializadas en el proceso, entre estados ganados y otros donde goza de cierta ventaja preliminar, el demócrata Joe Biden necesita únicamente de seis a 17 votos electorales más con el fin de ganar la presidencia.
En este momento, el candidato fijó un récord de recibir el mayor número de votos para un aspirante presidencial en la historia, con más de 71 millones; trascendió que en Estados Unidos votaron casi 160 millones de individuos, de acuerdo con el estimativo NBC News, que equivale a la tasa de participación más alta desde 1900.
Wisconsin y Michigan, estados clave que formalizaran el triunfo de Trump hace cuatro años, esta vez fueron ganados por el demócrata Joe Biden, de acuerdo con proyecciones de los principales medios.
Y, si Biden mantiene su corta ventaja en Nevada y Arizona, podrá proclamar su triunfo en la elección nacional.
Al momento, no se puede descartar una victoria de Trump, sobre todo si logra anular partes de esa elección.
Trump buscará un recuento en Wisconsin e interpondrá demandas judiciales en Georgia y Pensilvania para frenar los conteos en ambas entidades y afirmó continuará con la estrategia anunciada hace semanas, para impulsar su versión de que el alto volumen de voto anticipado devino en magno fraude demócrata.
Luego de proclamar su triunfo durante las primeras horas del miércoles, Trump sacudió al sistema político, no sólo porque ningún presidente se había atrevido jamás a declarar tal cosa –el presidente no decide quién gana una elección–, sino porque amenazaba con descarrilar el proceso al provocar una posible crisis constitucional.
Por ahora el conteo procede con escasos márgenes, en Arizona, Pensilvania y Nevada, todos los cuales se inclinan hacia el demócrata.
Anoche el demócrata también estuvo al borde de lograr un pequeño milagro si llegaba a ganar en Georgia, lo cual hubiera sido devastador para los republicanos y Donald Trump.
Los expertos electorales en las rutas al triunfo en el Colegio Electoral para coronarse presidente se entretenían, y mareaban a los demás, al jugar con las combinaciones de estados, aún no decididos, y que necesitaba cada candidato para obtener la meta de 270 votos electorales necesarios para aclamarse presidente.
El consenso es que, por ahora, Biden tiene una vía más posible que Trump, si las tendencias actuales continúan en esos estados.
Pero con el conteo del voto –demorado en parte por el número sin precedente de boletas emitidas por adelantado que fueron depositadas por correo o en casillas especiales días antes del 3 de noviembre–, intensificó el esfuerzo de Trump y aliados para cuestionar el proceso y acusar a los demócratas de fraude sin presentar evidencias.
Trump llevaba días preparando anunciar su triunfo la noche de las elecciones y de inmediato acusar de fraude a los demócratas cuando los conteos se voltearan en su contra.
Por ello, empezó a cultivar la duda sobre la legitimidad del proceso todos los días y proclamó que sólo reconocería los resultados si él ganaba. Siguió ese guion a la letra. y con ello ha provocado una crisis constitucional.
Ante ello, diversos movimientos sociales progresistas se prepararon de manera previa para confrontar estas maniobras y ayer convocaron a las primeras movilizaciones en defensa del voto con el fin de evitar un intento de autogolpe, o sea, mediante el uso presidencial de una maniobra extralegal para mantenerse en el poder.
Así, miles marcharon en Nueva York, Chicago, Portland, Oregon, Filadelfia, Minneapolis, Dallas, y otras ciudades, bajo el reporte de algunos arrestos, mientras organizaciones sociales programaron sesiones cibernéticas masivas para evaluar el momento y los próximos pasos para exigir y proteger la integridad del voto.
Sin embargo, toda una gama de estadunidenses que esperaban un rechazo masivo más amplio de Trump en las urnas estaban desconsolados con sus propios paisanos, tratando de entender cómo era posible que unos 68 millones –más que su total hace cuatro años– hubieran votado por un hombre que ha exhibido un desprecio total por los valores e instituciones democráticas de este país, al alentar el racismo y la xenofobia, desmantelar normas nacionales e internaciones en varios rubros, y quien sólo este año provocó decenas de miles de muertes innecesarias por su manejo irresponsable de la pandemia (la cual, por cierto, ayer registró por primera vez más de 100 mil nuevos contagios en un solo día).
Gabriel Rodríguez Informativo Render Noticias