La economía zacatecana, un fracaso con o sin pandemia
ZACATECAS.- Dos mil veinte cierra con cifras rojas en muchos sentidos, decenas de pequeñas y medianas empresas quebradas, despidos masivos, recortes de horarios por falta de trabajo, desempleo creciente, violencia incontrolable e incertidumbre económica y financiera.
Informativo Render Noticias se dio a la tarea de dar la voz a algunos de los principales líderes empresariales de las cámaras representativas de distintos rubros y he aquí cómo ellos vivieron esta año de pandemia y que es lo que esperan para el futuro 2021.
Carlos de la Torre García, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que la situación actual para ellos es insostenible.
El entrevistado refirió que el 2020 fue catastrófico para los restauranteros de la entidad en salud, economía e inseguridad.
Indicó que tales conflictos derivaron de instrucciones equivocadas para que cada estado implantara protocolos y medidas para “atender el covid”.
Para ellos, la situación actual es incierta, toda vez que han atravesado por diversas etapas a causa de las restricciones sanitarias, sin saber cuántas más deban contrarrestar.
Sus ventas cayeron en la primera fase de la pandemia hasta 90 por ciento con la consecuente quiebra de 80 restaurantes en su primera etapa.
A pesar de esas condiciones, continuaron trabajando en mesas con sana distancia en las 70 delegaciones nacionales de la mano de autoridades de salud, economía y turismo.
Asimismo, a principios de junio pasado y, bajo la nueva normalidad, sus ventas estuvieron entre 25 y 30 por ciento, que permanece hasta el momento
Fue a inicios de octubre cuando lograron acercarse a ventas de 50 a 55 por ciento con sana distancia; por desgracia, el pasado puente de Día de Muertos, les impusieron restricciones a la venta de alcohol con la ley seca hasta las 20 horas y prohibición total en fines de semana con un descenso hasta 40 por ciento de ventas.
Asimismo, De la Torre García destacó que, luego de ocho meses de pandemia, en Zacatecas han cerrado 47 restaurantes establecidos, para un total de 92 mil a nivel nacional que bajaron sus cortinas con la consecuente pérdida de miles de empleos, recortes de horarios y las liquidaciones correspondientes.
Ahí no terminan las afectaciones, ya que deben seguir pagando de manera puntual alquileres de locales, impuestos, cuotas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Hacienda y otros; además, dijo que tienen encima amenaza de embargos.
De igual manera, Alejandro Enríquez Suárez del Real, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) delegación Zacatecas, manifestó su sentir al respecto.
Suárez del Real refirió que el 2020 fue un año al que calificó como catastrófico en múltiples sentidos, fuera de contexto y análisis previo, pues nadie tenía contemplado lo que pasó a lo largo del mismo.
Lo peor, fueron las decisiones del gobierno federal, el gobierno estatal –perceptibles incluso antes de la pandemia por covid-19 que en su momento no fueron corregidas-, todo lo cual hizo de 2020 uno de los peores años durante la última centuria, por lo menos, de acuerdo con indicadores”.
Expresó que, acorde con el INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), Zacatecas perdió al menos 20 mil empresas durante este año, se crearon 11 mil y hay una pérdida de siete mil de ellas al momento.
Lo peor, dijo, es que a todas esas pérdidas no se le suman lo que se dejó de hacer, es decir, todo lo que 2020 implicó en pérdida de vidas humanas y enfermedades en el tema de salud, y por el tema económico.
Suárez del Real destacó que al gobierno federal mexicano le encanta tirar el dinero en proyectos faraónicos y caprichos del presidente, que están costando miles de vidas de mexicanos y eso verdaderamente es muy lamentable.
Zacatecas es un estado pobre en múltiples sentidos; pero también es una entidad que podría transformarse en potencia agropecuaria.
Sus políticos, incluido el actual gobernador y anteriores, han sido incapaces de posicionar al estado en el ánimo de la reconversión, pues privilegian el ornato, la parafernalia oficial y una enorme incapacidad para hacer retroceder la corrupción, castigar a los políticos corruptos y buscar procesos de desarrollo industrial.
Miguel Moctezuma Longoria, académico universitario y autor de varios libros, además de autor de estudios en migración y campo de la entidad zacatecana revela que lo peor que le puede ocurrir al estado que “sigamos repitiendo la misma dosis”.
El catedrático expresó que Zacatecas vive casi de modo permanente una caída de Producto Interno Bruto (PIB) estatal en renglones como la minería y en otros que tienen que ver con comercio y servicios.
Explicó que el gobierno de Alejandro Tello ha utilizado recursos públicos para negocios privados, como en el caso del apoyo del futbol, que en caso de que fuera rentable, debiera ser privada.
Pero incluso con ese tipo de gastos sociales, no se puede justificar de esa manera pero incluso así tenemos otras prioridades”.
Así, comparó a los dos últimos gobernadores con el ejercicio público de Amalia García Medina, quien construyó los hospitales General de Zacatecas y Fresnillo, así como el de la Mujer en Guadalupe, mientras que Alonso Reyes y Tello Cristerna, no tienen nada destacable en ese sentido.
Moctezuma Longoria dijo que los gobiernos de Zacatecas se rodean de lambiscones que lo único que hacen es dañar a las estructuras de poder; quizás por eso, a los políticos zacatecanos, poco preocupados por el crecimiento y el desarrollo económico de la entidad les encanta ser adulados.
Zacatecas es un estado que, como lo sostiene Moctezuma Longoria, presenta índices de PIB decrecientes a pesar de que este año, los migrantes ingresaron al estado 22 mil millones de pesos o el equivalente al presupuesto anual de años pasados.
Aun así, no logramos pasar de subíndices de 0.02 por ciento del PIB, si nos comparamos con entidades de los alrededores que tienen un crecimiento sostenido de 2 a 3, y hasta 4 por ciento de ese factor para los casos de Jalisco, Michoacán, Colima, Guanajuato y San Luis Potosí, entre otros.
Otro ejemplo directo de la quiebra de empresas lo refiere Raúl Muñoz del Cojo, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Zacatecas (AHyMZ), quien nos habla del conflicto desde la perspectiva de las empresas que él coordina en tiempos de pandemia.
Muñoz del Cojo aseguró que el próximo cierre de año será complicado de todas maneras y lamentó que ante el creciente número de contagios por Covid-19 la frontera se cierre de ida y regreso, lo que podría complicar sus crisis; asimismo, la gente no está viajando, esa es la verdad, por temor al creciente número de contagios.
Dicha asociación viene soportando caídas menores hasta 30 por ciento de ocupación hotelera de inicios de la pandemia al momento. “Es un hecho deficitario, lamentable”.
Los ejemplos directos de la consecuencia del covid-19 en la economía de las empresas rozan además a los pequeños comercios de la entidad mediante ejemplos claros y directos, para el caso de Lourdes Velasco, propietaria de un pequeño comercio que sobrevive a duras penas, entre deudas y problemas para tratar de sobrevivir.
Lourdes Velasco reclamó que ellos siempre sean el blanco fácil de cualquier político y ahora del crimen organizado; “ahora nomás nos falta que nos cobren el piso en que trabajamos”.
Por ello, dijo que el año que viene, cuando los políticos se acerquen a pedir sus votos, les van a espetar las carencias, los problemas y la falta de oportunidades con las que ellas han trabajado antes y durante la actual pandemia.
Pensé que Tello sería sensible, pero encuentro que nunca fuera así”.
En el centro han quebrado, en palabras de Lourdes Velasco alrededor de 80 empresas familiares; a muchos les ofrecieron recursos para endeudarlos mediante Fondo Plata, pero querían hacerles vender su alma al diablo.
Este 2021 es año de elecciones, muchos políticos querrán recibir votos; es el tiempo de que los empresarios decidan en realidad qué es lo quieren a futuro. La moneda está en el aire…