12 de diciembre, celebrado en solitario

GUADALUPE.- La celebración para conmemorar el 489 aniversario (año 1531) de las apariciones de la virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, ciudad de México, tuvieron este año en el municipio zacatecano que lleva su nombre un ceremonial en solitario.

A penas algunas personas se reunieron al mediodía del pasado sábado 12 de diciembre ahí en el templo que lleva el nombre de María, justo en la capilla barroca que enorgullece a esta demarcación.

En las afueras, a diferencia de otros años, había apenas un reducido número de personas, y allá, al frente, unos tablones cubrían el jardín Juárez, sin danzantes, sin vendimias, sin participantes.

 

Ahí, una persona con la voz entrecortada por las emociones dijo que la ceremonia del 12 de diciembre en Guadalupe “es muy bonita, nada más que ahora sin gente”.

El entrevistado comentó que no hubo cuetes, ni música ni danza, lo que no significa que él no pudiera entrar al recinto para agradecerle otro año más a María.

En efecto, en años anteriores, la noche previa, los alrededores del centro gudalupense se llenaban de autobuses en peregrinaje hasta la capilla; ahora, por razones obvias, no fue así.

Otro entrevistado refirió que la actual es una situación extraordinaria, que nos tomó por sorpresa a todos.

El muchacho abordado destacó que no deja de ser una situación triste el que en 2020 no se hayan podido reunir ahí más concelebrantes, a casi medio milenio de las apariciones marianas.

Es triste dijo, pero siento que eso no aminora la fe de las personas que suelen venir a la iglesia como cada 12 de diciembre”.

Pero estos hechos ocurren en beneficio de las familias, quienes deben seguir celebrando desde sus casas y vía digital, con el fin de cuidar sus vidas.

Otros paseantes, jóvenes ambos, que se encontraban fuera de la iglesia por casualidad, destacaron acerca del ceremonial, transmitido este año vía digital, que para ellos no es sino una fecha más.

Sarahí y Fabián no celebran los rituales católicos; sin embargo, consideraron que esta vez sí hizo falta el pueblo en los alrededores, como cada 12 de fin de año.

Sarahí consideró que más allá de las experiencias religiosas de cada quien, en lo personal le gustaba contemplar el jardín lleno de niños, adultos mayores, danzantes y vendedores. “Eso me daba alegría, era como disfrutar la vista”.

En definitiva, quienes la pasaron mal fueron los comerciantes ubicados en los alrededores para quienes, más que otra cosa, tienen desde hace meses, pérdidas incuantificables en su calidad de vendedores semifijos sobre la plancha del Juárez.

Una de las comerciantes informó que a causa del coronavirus, todo se les ha complicado.

Explicó que las cosas son difíciles porque más allá del 12 de diciembre, las autoridades municipales tapiaron con maderos el jardín; “no hay ventas para nada, lo hicieron para que no venga la gente”.

Otra de ellas destacó que es crítico aunque no pierden la esperanza de ver qué se vende…aunque es las medidas restrictivas son para bien de todos.

Explicó que el 12 de diciembre se vino en 2020 para abajo. “Y pus uno también”.

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