Vacunarse o beber, el dilema ruso de las navidades

Texto por:Xavier Colás (Rusia)

Beber o protegerse. Algunos rusos escucharon las noticias con incredulidad este mes: la vacuna rusa Sputnik V requería una pausa en el consumo de bebidas alcohólicas de casi dos meses. Y todo porque el alcohol puede producir interferencias en el desarrollo de anticuerpos. 

“Quienes toman un vaso o medio vaso de whisky al día desarrollan con mucha dificultad una respuesta protectora inmune. Se debe llevar a cabo una abstinencia del alcohol en el tiempo en el que uno va a vacunarse”, dijo a la agencia rusa RIA Novosti el director del Centro Gamaleya, Alexandr Guintsburg. Los primeros avisos llegaron en el mes de octubre.

Cualquier alcohol, incluidos los vinos y la cerveza, complican el desarrollo de anticuerpos, añadió.

“Es pronto para haber visto los resultados, y además quiero celebrar las fiestas como siempre”, explica a RFI Irina, una veinteañera moscovita que piensa dejar la vacunación para más adelante. 

El contratiempo ha sido tal que los propios impulsores del fármaco decidieron matizar la ‘prohibición’ de emborracharse. “Por supuesto, no se trata de un veto total al alcohol durante la vacunación. Se trata solo de una limitación razonable de consumo hasta que el cuerpo haya formado su respuesta inmune a la infección de coronavirus”, explica Guintsburg. Esto es aplicable no solo para la Sputnik V, sino también para cualquier otra vacuna.

El problema para muchos rusos es que con el final del año empiezan unas largas vacaciones en las que, a falta de posibilidades de viajar, el calor del hogar y unos buenos tragos son una de las principales opciones de esparcimiento. 

La depresión también es enemiga de la vacuna. No se recomienda tomar medicamentos que afecten al sistema inmunológico en un plazo de 42 días mientras se establezca la inmunidad contra el coronavirus. Todas estas son las recomendaciones estándar para la vacunación a fin de lograr la máxima eficacia.

¿Pero cuándo podrán los vacunados beber? “Los médicos recomiendan abstenerse del alcohol durante tres días después de cada inyección”, ha tratado de zanjar el responsable de la vacuna. 

Más de la mitad de los médicos no tienen planeado vacunarse

Un trabajador médico llena una jeringa con la vacuna Sputnik V (Gam-COVID-Vac) antes de administrar una inyección durante la vacunación contra la enfermedad coronavirus (COVID-19) en una clínica de Moscú, Rusia, el 5 de diciembre de 2020.

Más del 50% de los médicos rusos no tienen planes de vacunarse contra el coronavirus, según el resultado de una encuesta. El 21% de los encuestados prefieren recibir una vacuna de fabricación extranjera en lugar de la vacuna local de Rusia, según el medio ruso ‘VTimes’. 

La Sputnik V ha sido ya entregada a todas las regiones de Rusia para que sea posible iniciar la inmunización masiva de la población, informó esta semana el ministro de Salud ruso, Mijail Murashko. La vacunación contra el coronavirus en Rusia se realiza de manera voluntaria y gratuita.

Viktor, un joven periodista de Moscú, ha sido uno de los primeros en ponerse la vacuna rusa. “Me la pusieron por la mañana y por la noche ya noté una subida de temperatura, pero creo que no llegó a ser fiebre”. Al día siguiente tuvo “algunos dolores musculares, pero nada grave”. Está satisfecho y espera la segunda inyección. En cuanto al alcohol, sólo le pidieron que no bebiese el día anterior al primer pinchazo. 

“Después de la vacunación el paciente nos aseguramos de que se encuentra bien, y después puede contactar con nosotros si siente molestias importantes, aunque desde que empezamos el proceso no se ha dado el caso”, explica el doctor Andrey Tiashelnikov, cuyo equipo dispensa vacunas en un hospital a las afueras de Moscú. 

Rusia registró su vacuna en agosto y ha sido la primera registrada en el mundo. Consta de dos componentes: el primero se basa en el adenovirus humano tipo 26, y el segundo, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5. 

Sólo 42% de los rusos está dispuesto a vacunarse contra la covid

Una maestra recibe un pinchazo mientras se le inyecta la vacuna Sputnik V (Gam-COVID-Vac) contra la enfermedad coronavirus (COVID-19) en una clínica de la ciudad de Domodedovo, cerca de Moscú, Rusia, el 3 de diciembre de 2020. REUTERS/Maxim Shemetov

La vacuna anticovid mostró una eficacia final de más del 90% en la tercera fase del ensayo clínico posterior al registro. Las pruebas posteriores al registro concluirán, según el protocolo, en mayo de 2021, pero los resultados sobre la eficacia del fármaco podrían estar disponibles ya en enero.

Sólo 42% de los rusos está dispuesto a ponerse una vacuna contra el coronavirus en breve, se desprende de una encuesta realizada por la Fundación Opinión Pública. Pero más del 56% de los encuestados está seguro de que la vacunación contra el Covid 19 pondrá fin a la pandemia.

El ministro de Salud ruso, Mijail Murashko, afirmó que sólo será posible poner fin a la pandemia “con una vacunación masiva de la población mundial”.

Rusia está detectando más de 25.000 nuevos positivos de y 500 defunciones por esta enfermedad cada día, informó el miércoles el centro operativo nacional para la lucha contra el coronavirus. La mayoría de los nuevos contagios se han detectado en la capital rusa (más de 5.000 al día), en San Petersburgo (unos 3.000) y también en la provincia de Moscú. 

 

 

 

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