“Necesitamos más que nunca la fraternidad”, dice el papa en su mensaje de Navidad
Por RFI
En su tradicional mensaje “Urbi et orbi”, Francisco se refirió a los numerosos conflictos en el mundo, y llamó a trabajar por la paz y por la fraternidad hacia aquellos que sufren.
En este año tan particular marcado por la covid, el jefe de la iglesia católica se expresó desde una de las salas del Vaticano para dirigir su mensaje de Navidad, urbi et orbi. Como siempre, el papa Francisco hizo un repaso de la situaciones y conflictos más acuciantes en el mundo, pidió por la paz en Medio oriente, y se refirió particularmente a los niños de Siria, Irak y de Yemen, quien dijo “pagan el precio alto de la guerra”.
“En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad”, declaró el pontífice argentino.
Llamó a una fraternidad concreta, más allá de la familia, la etnia, la religión, la lengua o la cultura. “Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones”, insistió Jorge Bergoglio.
El Sumo pontífice tuvo una palabra también para el Líbano, para las mujeres que sufren de violencia y elevó una oración para el personal médico en todo el mundo, quienes han pasado un año luchando contra la pandemia.
“Que haya esperanza en el continente americano, tan golpeado por el coronavirus, lo que ha exacerbado problemas que lo hacen sufrir, como la corrupción o el narcotráfico. Que dios ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile, y los sufrimientos del pueblo venezolano”, expresó Francisco.
El papa terminó su mensaje de navidad exhortando a que en esta fecha se redescubra el valor de la familia como escuela de fraternidad y de paz, antes de lanzar una bendición a los católicos del mundo.
La víspera por la noche, el papa ofició la Misa de Gallo desde la Basílica San Pedro de Roma, con apenas 200 invitados, rigurosamente separados y con mascarilla. La celebración de la Nochebuena debió adelantarse dos horas en virtud del toque de queda nocturno que rige en Italia a partir de las 10 de la noche, pero los 1.300 millones de fieles en el mundo pudieron seguir la misa por televisión y por Internet, y escuchar el mensaje del Sumo Pontífice.