El 33% de las estudiantes francesas necesita ayuda para comprar protecciones higiénicas

En Francia, un estudio pone de manifiesto las dificultades que encuentran muchas estudiantes para comprar toallitas higiénicas y tampones. Un tabú contra el que luchan varias asociaciones.
 

Según una encuesta realizada por la Federación de Asociaciones Generales de Estudiantes (FAGE), la Asociación Nacional de Estudiantes de Matronas (ANESF) y la Asociación Federativa de Estudiantes de Poitiers (AFEP), una de cada tres estudiantes francesas –el 33%– dice que necesita ayuda financiera para comprar protección higiénica.

De las 6.500 personas encuestadas, más de la mitad (55%) financia sola su protección periódica, que representa aproximadamente entre 5 y 10 euros de gastos al mes. Pero para muchas mujeres, no se trata únicamente de comprar toallitas o tampones: también significa comprar medicamentos para el dolor, nuevas sábanas y ropa interior… En consecuencia, el coste de la menstruación puede ascender a 20 euros al mes.

“Se está levantando este tabú”

El 13% de las encuestadas dicen ya haber tenido que elegir entre estos productos y otra necesidad básica. Una de cada diez fabrica sus propias protecciones, ya sea con tela o papel higiénico.

Para luchar contra esta situación de precariedad menstrual, varias asociaciones organizan la distribución de kits de higiene, como en Agoraé, una tienda solidaria de París. Allí, informa FranceInfo, todo se vende al 10% del precio de mercado, y el kit de higiene lo ofrece la Agencia del Don en Especies (ADN).

“Con demasiada frecuencia, en nuestro país, se descuida la precariedad no alimentaria. La precariedad menstrual es una ilustración flagrante de la precariedad no alimentaria. Afecta la intimidad”, explica Romain Canler, director de la ADN, que estima sin embargo que “se está levantando este tabú”.

“Nos gustaría que hubiera una política de información y sensibilización sobre el tema para todo el mundo”, afirma por su parte Bérénice Brazs, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Estudiantes de Matronas (ANESF). La ANESF pide a los fabricantes que publiquen la lista de los productos presentes en las protecciones, que en algunos casos pueden provocar el síndrome de shock tóxico.

¿Qué ayudas?

En su presupuesto para 2021, el Gobierno francés ha destinado cinco millones de euros a la lucha contra la precariedad menstrual. Pero para las asociaciones, que piden la gratuidad de estos productos para todas las poblaciones precarias, no es suficiente.

En 2020, Escocia se convirtió en el primer país del mundo en hacer gratuitos los tampones y las toallitas.

 

 

 

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