Minas de Litio: ¿Beneficio o perjuicio para Zacatecas?
El litio un mineral ligero que arde en contacto con el agua, es utilizado para fabricar cerámica y medicamentos antidepresivos, es un insumo básico de la industria nuclear y, sobre todo, se ha vuelto primordial en la producción de baterías de celular, computadoras, autos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía. Entre 2014 y 2018, los precios del litio se dispararon un 156%: desde los 6.690 dólares la tonelada subió hasta un máximo histórico de 17.000 dólares en 2018. Si bien la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia ha impactado en el mercado, el precio se encuentra actualmente en torno a los 10.000 dólares y se prevé que la demanda siga creciendo de la mano de la industria tecnológica.
Gracias a la creciente producción de automóviles eléctricos a nivel mundial, los precios de las baterías de ion de litio han descendido 87%, al pasar de 1,100 dólares por kWh en el 2010 a 156 dólares por kWh en el 2019. Los precios más accesibles y un mejor desempeño por el avance tecnológico abrirán nuevos mercados. En el 2030, se pronostica que las ganancias de las baterías de ion de litio serán de 300,000 millones de dólares y los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía liderarán el mercado.
Tener una de las reservas de litio más grandes del mundo colocará a México y en específico a Zacatecas a la cabeza en la explotación de este valioso mineral, sin embargo su extracción puede tener un impacto ambiental de grandes costos.
En Zacatecas hay 14 proyectos de los cuales 3 son dirigidos por Alien Metals Ltd de Inglaterra que buscan principalmente Litio y Potasio, y se encuentran en etapa de exploración. Nueve proyectos corresponden a la empresa canadiense Organimax Nutient Corp, mismos que se encuentran en proceso de exploración y donde se busca principalmente Litio, Potasio y Boro. Por último, tres proyectos corresponden a la empresa canadiense Zenith Minerials junto con Alejo Monsiváis que igualmente se encuentran en etapa de exploración en donde se busca Litio y Potasio.
La compañía minera canadiense Advance Gold Corporation anunció que por medio de su subsidiaria en México (del mismo nombre) “ha firmado un acuerdo de compra” para adquirir 13 predios donde, de acuerdo con estudios prospectivos, existen depósitos de salinas con importantes contenidos de litio, potasio y boro, en el semidesierto que comparten San Luis Potosí y Zacatecas.
La extracción de litio puede considerarse un desastre ambiental a la par de que, como mencioné anteriormente, una industria floreciente que promete gran impacto económico.
El primer problema a considerar es la pérdida de biodiversidad en la zona donde se hará el desmonte para construir la planta de extracción del dicho mineral -elemento vital para las baterías de teléfonos móviles, ordenadores portátiles y vehículos eléctricos-.
En segundo lugar, se debe tomar en cuenta el estrés hídrico al que se serán sometidos las reservas acuíferas en el semidesierto, que cabe mencionar es escasa, ya que para hacer los filtrados y la extracción de las arcillas, que están sedimentadas al litio, se va a necesitar una cantidad de agua importante.
El tercer impacto va a ser la salud ambiental porque se va a producir carbonato de litio, que se utiliza en psiquiatría para enfermedades mentales. El cuerpo humano tiene alrededor de 7 miligramos de litio y a partir de 15 ya es altamente tóxico, por lo que si hay contaminación por litio en los mantos acuíferos o en los ríos, ese litio puede llegar a las comunidades y, si esto sucede, existirán problemas de toxicología y salud ambiental.
Por todo esto, el verdadero valor del litio mexicano no está en su extracción para su posterior exportación. Hacer esto nos colocaría exactamente en el mismo error que cometimos el siglo pasado, siendo un país rico en petróleo, apostamos por el eslabón más débil de la cadena de valor de esta industria, la extracción y no por el componente de mayor valor, la gasolina, lo que nos convirtió en un importador neto de este hidrocarburo, para luego atar nuestro desarrollo a una industria que está destinada a desaparecer en este siglo.