Numerosas dosis de AstraZeneca sin usar por la desconfianza en esa vacuna

Por RFI

Al menos medio millar de dosis no fueron utilizadas en el norte de Francia el fin de semana porque las personas rechazaron aplicarse la vacuna de AstraZeneca. En Calais solo se presentaron 200 de las 300 personas que habían tomado una cita para aplicarse esa vacuna. Las 560 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech sí fueron administradas.

Numerosos franceses no se presentaron a la cita que habían tomado para vacunarse contra la Covid porque la vacuna que debían administrarles era la de AstraZeneca.

Al punto que el centro de vacunación de la plaza Gambetta, en la ciudad norteña de Calais, tuvo que cerrar antes de tiempo. En esa ciudad 550 dosis de esa vacuna no pudieron ser administradas por falta de voluntarios.

En cambio, las 560 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech sí fueron administradas en su totalidad.

La vacuna de AstraZeneca, cuya reputación se ha visto empañada por algunos casos de trombosis graves que se han hecho públicos en las últimas semanas, ha despertado la desconfianza de algunos franceses.

Se han registrado decenas de casos de trombosis, algunos de los cuales han derivado en fallecimientos. El Reino Unido informó de 30 casos y siete decesos, hasta ahora, de un total de 18,1 millones de dosis administradas hasta el 24 marzo.

Ninguna observación similar ha sido reseñada tras la aplicación de millones de dosis del fármaco de Pfizer/BioNTech.

Según la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), “no se ha probado ninguna relación de causalidad, pero es posible”, y los beneficios del inmunizante contra el coronavirus siguen siendo superiores a los riesgos.

Por precaución, varios países decidieron no administrar esta vacuna por debajo de cierta edad, como Alemania y Holanda (60 años), Francia y Canadá (55 años), o Suecia y Finlandia (65 años).

Por su parte, AstraZeneca aseguró en marzo que “no hay pruebas de un riesgo agravado”, y este sábado volvió a insistir en que la seguridad de los pacientes “es lo primero”.  

Los problemas observados en algunas personas vacunadas con AstraZeneca no son trombos corrientes (formación de coágulos sanguíneos), como se informó en un principio, sino un fenómeno “muy atípico”, subrayó la Agencia Francesa de Medicamentos (ANSM).  

Se trata de “trombosis de las venas grandes, atípicas por su localización (cerebral en su mayoría, pero también digestiva), que pueden estar asociadas a una trombocitopenia [un déficit de plaquetas sanguíneas] o a problemas de coagulación”, como hemorragias, según la ANSM.  

A mediados de marzo, el instituto médico Paul-Ehrlich (PEI), que asesora al gobierno alemán, dio cuenta de una “acumulación sorprendente de una forma específica de trombosis venosa cerebral muy inhabitual, asociada a un déficit de plaquetas sanguíneas”.  

Según los especialistas, este cuadro muy específico conduce a pensar en un fenómeno llamado coagulación intravascular diseminada (CIVD).  

Se trata de “síndromes excepcionales, que se dan en casos de septicemias graves” y que pueden traducirse en “trombosis y hemorragias”, explicó recientemente a la AFP la infectóloga Odile Launay, miembro del Comité de vacunas anticovid creado por el gobierno francés.    

Al mismo tiempo, “no se ha probado ninguna relación de causalidad, pero es posible y se están realizando análisis suplementarios”, dijo el miércoles la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que volverá a reunirse para tratar de este tema del 6 al 9 de abril.  

Sin embargo, otros especialistas de Europa fueron más categóricos.   “Hay que dejar de especular para saber si existe una relación o no. Todos esos casos tuvieron síntomas entre tres y diez días después de la inyección de AstraZeneca. No hemos encontrado ningún otro factor detonante”, explicó el 27 de marzo a la cadena noruega TV2 Pål André Holme, jefe de un equipo del Hospital Nacional de Oslo, que trabaja en esos casos.  

“La agencia noruega de medicamentos considera que existe una relación probable con la vacuna”, declaró a la AFP Steinar Madsen, uno de sus responsables.  

Por su parte, la ANSM confirmó el 26 de marzo la existencia de un riesgo “escaso”, basándose en “el carácter muy atípico de esas trombosis, sus cuadros clínicos próximos y el plazo de aparición, homogéneo”.  

Según cifras de la EMA, presentadas el miércoles, se han detectado hasta la fecha 62 casos de trombosis venosas cerebrales en el mundo, incluyendo 44 en los 30 países del Espacio Económico Europeo (UE, Islandia, Noruega, Liechtenstein), por 9,2 millones de dosis de vacuna administradas.

Se han registrado 14 decesos, aunque no se han podido atribuir de manera segura a esas trombosis atípicas, precisó la directora de la EMA, Emer Cooke, el miércoles en una videoconferencia. No obstante, la agencia precisó que esos datos eran fragmentados.  

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *