La UE y AstraZeneca, ante la justicia por retraso en la entrega de vacunas
Por RFI
La batalla entre la Unión Europea (UE) y AstraZeneca llega a la arena judicial el miércoles 26 de mayo ante un tribunal belga por la presunta violación de las obligaciones del laboratorio que no entregó la cantidad de vacunas anticovid prometidas al bloque.
Con nuestra corresponsal en Bruselas, Esther Herrera, y AFP.
Arranca el proceso judicial entre AstraZeneca y la Unión Europea por el incumplimiento en las entregas de vacunas.
La Comisión Europea alega que la compañía farmacéutica incumplió su contrato, porque solo ha entregado poco más de 100 millones de dosis, cuando, según los términos, se debían enviar más del doble. La Comisión espera así que la justicia belga le dé la razón, y el laboratorio se comprometa a enviar todas las dosis.
Bruselas considera que el laboratorio ha favorecido antes a países como Reino Unido, en lugar de la Unión Europea, y que los continuos retrasos en la distribución de vacunas explican que los 27 hayan tenido una campaña de vacunación más lenta que la de otros países. El grupo niega haber incumplido sus obligaciones y ha denunciado un procedimiento “sin fundamento”.
Por ello, los países europeos cada vez confían más en las vacunas de Pfizer-Biontech, con la que ha firmado ya tres contratos para tener más de 2.000 millones de dosis, porque hasta ahora el laboratorio es el que más ha cumplido con sus compromisos.
Este no es el único pleito, porque la Comisión Europea, también ha reclamado en una segunda denuncia una indemnización por los retrasos acumulados.
Desde que se aprobó la vacuna de AstraZeneca los problemas se han sucedido desde finales de enero. Bruselas ve poco probable que se renueve un contrato el año que viene con la farmacéutica.
Desconfianza
“Si miramos la mitad llena del vaso, hemos entregado más de 400 millones de dosis [a nivel mundial] y salvado decenas de miles de vidas”, defendió en el Financial Times el jefe de AstraZeneca, el francoaustraliano Pascal Soriot.
Detrás del litigio sobre la lentitud de las entregas se perfila otro sobre las prioridades de abastecimiento.
Los europeos reprochan al laboratorio farmacéutico –asociado a la Universidad de Oxford en la elaboración de la vacuna– no haber utilizado para las entregas a la UE sus dos plantas británicas, mencionadas en el contrato, privilegiando al Reino Unido con esta producción. AstraZeneca trabaja con otras dos plantas en Holanda y Bélgica.
Otro argumento esgrimido por Bruselas es que se comprometieron fondos europeos para el desarrollo de la vacuna y el fortalecimiento de las capacidades industriales del laboratorio.
Rafael Jafferali, uno de los abogados de la Comisión, acusó a AstraZeneca de haber “incumplido numerosas obligaciones en virtud del contrato de pedidos anticipados”. “Esto afecta tanto a la producción como a la entrega de vacunas”, aseguró.
“No hay obligación de utilizar sitios [de producción]: quizás sea lo que la Comisión desea, pero no está previsto en el contrato”, replicó Hakim Boularbah, abogado de AstraZeneca, en una audiencia de procedimiento el 28 de abril.
La decisión del juez de medidas provisionales deberá emitirse en unos días.
Según un portavoz de la Comisión, el debate sobre la violación o no del contrato de pedidos anticipados de las vacunas será objeto de una audiencia sobre el fondo ante el tribunal de Bruselas, tras la resolución urgente de la cuestión de las entregas.
Esta cita judicial ocurre en momentos en que la vacuna de AstraZeneca enfrenta una desconfianza entre los ciudadanos por los muy raros casos de trombosis que puede provocar.
Los países europeos Dinamarca, Noruega y Austria han renunciado a utilizarla para sus campañas de vacunación. La mayoría de los demás países han limitado su administración a los adultos de más edad.