ALEMANIA PEDIRÁ PERDÓN Y RECONOCE EL GENOCIDIO DE NAMIBIA 100 AÑOS DESPUÉS

Alemania exterminó al 81 % de la población durante el genocidio de Namibia. A más de 100 años, las disculpas públicas no son suficientes.

En 1884, varios líderes europeos se sentaron en una mesa de negociación. El fin de la reunión era dividir el motín más grande que las campañas colonialistas habían tenido hasta el momento: África. A partir de entonces, se acordó qué territorios corresponderían a qué país, desestimando a las naciones y sociedades que ya existían en el continente. A este evento se le conoció como la Conferencia de Berlín.

Una vez firmados los acuerdos pertinentes, cada país tuvo a su disposición un pedazo de territorio para explotar a su mejor parecer. De ahí, la ideología de supremacía blanca se estableció como una estrategia de guerra. Pocos años más tarde, en 1904, Alemania perpetuó una de las matanzas más violentas en la historia de los países africanos. Así fue el genocidio de Namibia.

 

Genocidio de Namibia: la destrucción de una sociedad independiente

genocidio de Namibia
Foto: Getty Images

A lo largo de la costa, un campo de concentración se alzaba a manera de coraza contra las olas. Detrás de la fortaleza, el desierto del Namib se imponía como otra barrera natural infranqueable. “Mi bisabuela me contó que algunos miembros de nuestra familia fueron traídos aquí y obligados a trabajar, y murieron”, se sincera Laidlaw Peringanda, un activista social namibio.

Durante 4 años, Namibia fue parte de la ocupación alemana de África del Sudoeste. A los insurrectos se les llevó a campos de concentración para trabajar. A lo más rebeldes, se les obligó a morir de hambre entre las dunas del desierto. Los pocos sobrevivientes fueron llevados al paredón de fusilamiento, después de largos días de trabajo forzado como esclavos.

En total, de los 80 mil habitantes del pueblo Nama que existían, se exterminó a ceca de 65 mil, según las cifras oficiales. La violencia sexual contra las mujeres locales se convirtió en una práctica común para los alemanes. La premisa era simple: cualquier namibio, con o sin armas, sería ejecutado.

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Una polémica compensación de un genocidio

 
 

genocidio de Namibia

Foto: Getty Images

Tuvieron que pasar 100 años antes de que Alemania pidiera una disculpa pública a los habitantes por el genocidio de Namibia. No sólo se reconocieron las atrocidades cometidas al interior del país, sino que se ofreció una compensación monetaria significativa a manera de un ofrecimiento de paz. La cifra se eleva por encima de los 1,000 millones de dólares.

La deuda será pagada a lo largo de 30 años, con apoyo a la construcción y mantenimiento de infraestructura pública, fortalecimiento del sector salud y capacitación que beneficie a los namibios contemporáneos. Con respecto a estos esfuerzos, diversos líderes del país se han resistido: no hay precio para la muerte forzada de millones de civiles, que poco tenían que ver con las dinámicas colonialistas europeas impresas sobre el continente.

Una vez terminada la ocupación violenta, la tierra se dividió en granjas que colonizadores alemanes explotarían por años. Los hijos de las violaciones no serían reconocidos por el país europeo, y se quedarían a vivir en “asentamientos informales” con sobrepoblación, a las afueras de las ciudades grandes.

Los descendientes de colonos alemanes que todavía viven en Namibia reniegan del genocidio como “un chantaje moral”. Acusan a los historiadores contemporáneos por no matizar los hechos históricos con los contrapesos de la respuesta hostil de los namibios. El escepticismo por parte de Peringanda, por tanto, no debería de desestimarse. A la par, Tanzania y otros territorios previamente ocupados han manifestado la necesidad del país por reparar los daños causados, a más de un siglo de terminada la violencia.

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