NANOTUBOS DE CARBONO PARA GENERAR ELECTRICIDAD DEL AMBIENTE

Un grupo de investigadores ha creado una estructura formada por nanotubos de carbono capaz de generar corriente eléctrica extrayendo energía del líquido que la rodea

La demanda de energía mundial no para de crecer a un ritmo del 2% anual, lo que obliga a los científicos a buscar continuamente nuevas fuentes de energía limpia sin combustibles fósiles. La nanotecnología puede ser una clave.

Un equipo del  MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) ha creado un entramado de nanotubos de carbono con propiedades eléctricas únicas que le permiten extraer energía del ambiente. Cuando el entramado se sumerge parcialmente en un disolvente orgánico, comienza a producir electricidad.

Esta técnica permitiría en el  futuro crear nanorobots que no necesiten cargar con sus baterías.

Lo que ocurre es que la parte sumergida pierde carga eléctrica, y al introducirse en el disolvente la estructura se autorregula moviendo electrones, lo que genera una corriente eléctrica. Esto permitiría en el  futuro crear nanorobots que no necesitarían cargar con sus baterías.

Michael Strano, el autor principal de la investigación, afirma “Esta es una manera completamente nueva de generar electricidad. Es una tecnología muy interesante porque lo único que tienes que hacer introducir en un disolvente una capa de estas partículas. Esto te permite hacer electroquímica, pero sin cableado”.

El equipo comprobó cómo una sábana de distintas capas de nanotubos podía ser recubierta parcialmente por un aislante, como el teflón, y de esta manera sumergir completamente el armazón en un disolvente para que generase electricidad.

ELECTRICIDAD SIN NECESIDAD DE CABLES

La tecnología actual produce 0.7 voltios por partícula, en una sábana de 250 micrones de ancho y largo. Con centenares de partículas entrelazadas se genera suficiente energía como para activar una reacción química llamada oxidación alcohólica, muy común en la industria química pero que raramente se produce mediante electroquímica porque requeriría demasiada corriente externa.

Ge Zhang, otro de los autores declara “Como el material que hace la reacción es compacto, tiene más flexibilidad en términos de aplicación que los reactores electroquímicos más grandes. Las partículas pueden ser realmente pequeñas, y no necesitan ningún tipo de cables externos para conducir la reacción electroquímica”.

Strano espera poder crear este tipo de polímeros a partir de dióxido de carbono. En un proyecto paralelo ya ha conseguido que este material se regenere utilizando CO2 y energía solar. En un futuro más lejano, esta tecnología podría ser clave para dar energía a robots a nanoescala, volviéndolos autosuficientes y a la vez convirtiéndolos en sensores medioambientales.

“Esto significaría que no necesitarías cargar con un almacenamiento de energía” concluye Strano. “Lo que más nos gusta de este mecanismo es puedes coger energía, al menos en parte, del ambiente”.

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