UNA INVESTIGACIÓN MUESTRA CÓMO AMAZON DESTRUYE DECENAS DE MILES DE PRODUCTOS NO VENDIDOS
Aunque el 50 % de los artículos están sin abrir y en perfectas condiciones, Amazon destruye toneladas de productos en sus almacenes.
Computadoras. Tazas. Electrodomésticos. Artículos para de cocina, para la casa, para la oficina. Todo aquello que no se vende en Amazon tiene un destino común. Según una investigación reciente, es destruido, de manera que se pueda liberar espacio para los productos nuevos que llegan todos los días. Mientras tanto, el desperdicio aumenta en 24 centros logísticos de todo el mundo.
“DESTRUIR”
Una investigación de ITV News reveló, por medio de una filmación secreta, que los almacenes de Amazon destruyen magnitudes impensables de desechos. Entre los más comunes, se apilan televisiones inteligentes, computadoras, drones, secadoras de pelo y demás electrónicos de alta gama. Entre otros artículos, los libros protagonizan estas montañas de basura.
Con suerte, los desechos destruidos se arrojan a centros de reciclaje. Sin embargo, en gran medida se envían a vertederos. Un ex trabajador de los almacenas confesó que ésa era parte importante de su jornada todos los días:
“De viernes a viernes, nuestro objetivo era destruir 130 mil artículos a la semana. En general, el 50 % de todos los artículos están sin abrir y aún en su envoltorio retráctil. La otra mitad son devoluciones y en buenas condiciones. El personal simplemente se ha vuelto insensible a lo que se les pide que hagan”.
Los centros logísticos en los que el reportaje se centró se encuentran en el Reino Unido. Todos los productos que no fueron vendidos se sellan con estampas que leen “DESTRUIR”. La misma política aplica para aquellos que fueron devueltos y no se venderán nunca, a pesar de que podrían redistribuirse a personas que los necesitan u organizaciones de la sociedad civil.
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Fuera lo viejo, que venga lo nuevo
El material audiovisual se generó en abril. En éste, se muestra cómo 124 mil artículos con el mismo sello son enviados para destruir. En contraste, según el reportaje, tan sólo 28 mil de los artículos que ya no se vendieron se etiquetan como “listos para donar“. Este esquema se decanta del modelo de negocio de Amazon.
Eventualmente, resulta más caro almacenar los productos que no se han vendido, y que posiblemente ya no se venderán nunca. Por esto, es más fácil a nivel corporativo sencillamente deshacerse de esos bienes, de manera que abran paso a mercancía nueva.
El problema es que muchos de estos artículos ni siquiera son de un solo uso. Sam Chetan Welsh, de Greenpeace, describió esta actividad como ‘innecesaria’:
“Cosas que ni siquiera son de un solo uso, pero que no se utilizan en absoluto, directamente de la línea de producción y en la papelera. Mientras el modelo comercial de Amazon se base en este tipo de cultura de eliminación, las cosas solo empeorarán. El gobierno debe intervenir y promulgar legislación de inmediato”.
En contraste, los mandatarios de Amazon reducen el problema frente a los medios. John Boumphrey, jefe de la compañía en el Reino Unido, describió la cantidad destruida como “extremadamente pequeña“. La promesa de la empresa es, en el mediano plazo, lograr que esta producción inconmensurable de basura pueda llegar a cero. Este tipo de investigaciones muestran cifras diferentes.