‘Irak ha armado a las milicias proiraníes y antiestadounidenses desde hace años’

Por RFI

Milicias pro iraníes reclaman venganza este martes por sus combatientes fallecidos tras el ataque con dron que el ejército estadounidense llevó a cabo contra facciones armadas el lunes en Siria e Irak. “Es un acto de legítima defensa para prevenir más agresiones”, justificó el Secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken. El Pentágono explicó que vehículos aéreos no tripulados están siendo usados para atacar instalaciones estadounidenses. 

En entrevista con RFI, el experto en Seguridad y Defensa del Real Instituto El Cano, Félix Arteaga, analiza el actuar de estas milicias pro-Irán, que fueron inicialmente contratadas para combatir el grupo Estado Islámico y que en paralelo presionan para la salida de tropas extranjeras de Irak.

RFI: En este principio de semana asistimos a una escalada armada entre Estados Unidos y fuerzas proiraníes en Irak y Siria. El secretario de Estado Anthony Blinken justificó ataques mortales con drones contra milicias en la zona por agresiones contra sus instalaciones en Irak. ¿A qué se exponen esos intereses estadounidenses en el terreno? 

Félix Arteaga: Son dos tipos. Uno tiene que ver con el hostigamiento de las milicias chiitas, aunque dependen del gobierno de Bagdad, pues tienen sus propios intereses. Uno de ellos es presionar al gobierno iraquí para que salgan las tropas estadounidenses cuanto antes. Este conglomerado de milicias chiitas es muy numeroso y se ha integrado dentro de las fuerzas de seguridad, pero su futuro económico no está muy claro. Tienen que demostrar sobre el terreno una capacidad de actuar muy importante para que el gobierno no los abandone una vez que se vayan los norteamericanos y que cese el conflicto en Irak.

Por otro lado, estos actúan sobre instalaciones o zonas donde están desplegadas las tropas estadounidenses -las pocas que quedan sobre el terreno- pero lo que más preocupa al Pentágono es que se generalice el uso de estos vehículos aéreos no tripulados contra no sólo contra las tropas de Estados Unidos sino contra todos los objetivos en la región. Se desestabilizaría toda la región en la zona Líbano e Israel. Eso sería realmente preocupante. 

 

RFI: El gobierno iraquí por su lado denunció una violación de su soberanía por parte de su gran aliado estadounidense. ¿Cómo calificar actualmente de esa relación sobre todo tras pactarse entre Bagdad y Washington una presencia militar mínima en Irak?

Félix Arteaga: Es relación precaria por qué ese acuerdo de mínimos se basa en la necesidad que tiene el gobierno iraquí de que los Estados Unidos le sigan proporcionando inteligencia y apoyo aéreo a las actuaciones que todavía tiene en su lucha contra el grupo Estado Islámico. Por otro lado, Estados Unidos se queja de que el gobierno iraquí no hace nada para proteger a sus tropas, no tanto por el Estado Islámico -que está bajo control militar norteamericano- sino por las milicias como las que han atacado a recientemente contra las posiciones.

Siendo responsabilidad del gobierno iraquí proteger a esas tropas, Estados Unidos envía como mensaje: “Si no lo hacen los iraquíes, lo haré yo solo”. Si estos ataques prosiguen y si Estados Unidos no consigue disuadir a esos grupos pues lógicamente tendrá que retirarse. 

RFI: Irak tiene que componer con otro aliado, Irán, cuyas milicias como lo decía usted operan en su territorio. ¿Qué tan incontrolables son y en qué medida podría desembocar esto en un nuevo conflicto en su territorio?

Félix Arteaga: El problema es la desmovilización de milicias a las que se ha armado durante varios años y a las que se ha suministrado salarios, pertrechos militares, alimentación, que se han incorporado a las fuerzas de seguridad. Varias decenas de grupos están formados por alrededor de 350.000 o 200.000 combatientes. Ellos se preocupan primero por su futuro y por el papel van a tener en un Irak sin la presencia de Estados Unidos. ¿Qué zonas van a ocupar? ¿Quién les va a mantener las asignaciones? ¿Se les va a permitir como hasta ahora sobrevivir en el terreno ocupado con la venta ilegal de petróleo? ¿O tendrán que recurrir como el Estado Islámico a vivir sobre el terreno imponiendo tasas a los habitantes que supuestamente protegen? La situación es muy complicada. El gobierno no les ha hecho caso en su petición de que se fuera a Estados Unidos porque también sabe que una vez que se vaya estará aún más a merced de ellos.

RFI: Continúan los esfuerzos para volver a sentar en la mesa de negociaciones a Estados Unidos y a Irán sobre un nuevo acuerdo nuclear. ¿Estas tensiones y estos ataques podrían dinamitar el proyecto? 

Félix Arteaga:  Es difícil porque se cuidan mucho las formas y se mantiene abierto el diálogo. Estos ataques se producen al mismo tiempo que hay conversaciones para desarrollarlas. No se produce en un vacío de diálogo. Con el nuevo gobierno en Irán es probable que todas estas acciones en paralelas se mantengan. Estados Unidos siempre las va a presentar no como un ataque contra Teherán, sino contra acciones de milicias, y no contra los combatientes sino contra instalaciones militares para preservar la estabilidad. Sirve para que Estados Unidos negocie desde una posición de fuerza, para obligar al gobierno iraní a volver al acuerdo de 2015 sin caer en la tentación de dotar a los combatientes con estos nuevos tipos de armamento que podrían desestabilizar toda la región. 

 

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