Cambios en el trabajo podrían mejorar nuestra salud mental

Se sabe que el trabajo en exceso acarrea daños a nuestra salud física y mental, pero ¿realmente ese esfuerzo contribuye a mejorar nuestra productividad laboral? Ciertamente es una pregunta difícil de responder, pues las horas extras muchas veces son necesarias.

Sin embargo, un par de ensayos aplicados en la ciudad de Reikiavik, Islandia, han demostrado que la reducción del horario laboral mejora el bienestar emocional de los trabajadores, las relaciones laborales e incluso su productividad.

 

En 2014, el gobierno islandés comenzó los ensayos en seis lugares de trabajo y creció en números hasta llegar a cien, incluyendo a un total de 2.500 personas. Como resultado, ahora el 86 por ciento de los trabajadores de Islandia ha reducido sus horas de trabajo semanales e incluso tiene la potestad para decidir si hacerlo o no.

Métodos de reducción del horario laboral

En vista de que el objetivo principal del ensayo era reducir el horario laboral y evaluar su impacto en los empleados, algunos empleadores redujeron su horario laboral diario a cuatro horas, mientras que otros acortaron la jornada de los viernes. No obstante, los métodos más significativos incluyeron:

  • Inicio tardío y finalización temprana de la jornada laboral diaria.
  • Selección de días de la semana para reducir y uso de un horario escalonado.

Evidentemente, con estos métodos de reducción de horarios, el personal terminó trabajando menos horas. Sin embargo, el poco tiempo que destinaban a sus labores resultó ser más eficiente. De hecho, en el artículo se explica que:

Los lugares de trabajo (que tenían que enviar marcadores de productividad) informaron la misma, si no mejor, ‘prestación de servicios’. Por ejemplo, los detectives de la policía cerraron más casos antes de que llegara la fecha del juicio”.

Reducción del horario laboral mejora nuestra salud mental

Familia
Vía: Pexels

Además de un mejor desempeño laboral, los cambios en el horario de trabajo repercutieron positivamente en la salud mental de las personas. Por ejemplo, los empleados manifestaron tener más tiempo para compartir con sus familiares, hacer ejercicios y realizar tareas del hogar.

Así que, un horario de trabajo más corto reduce la fatiga mental, el agotamiento físico, mejora la calidad del sueño y de nuestra salud en general. Ese bienestar emocional directamente proporcional a nuestra actividad laboral, al que los expertos llaman “desapego psicológico”, también se evidenció en un estudio llevado a cabo en Alemania en 2008. En este, los encuestados que manifestaron mayor compromiso con su trabajo, pero con una desconexión total fuera del horario laboral mostraron mayor proactividad en su jornada laboral.

Si bien esta reducción se debe realizar en concordancia con las exigencias de cada lugar de trabajo, reducir la jornada laboral o desconectarse completamente de ella fuera del horario correspondiente aumentan nuestro rendimiento.

Por tanto, si este método ha funcionado Reikiavik, ¿por qué no aplicarlo en otras regiones del mundo?

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