Argentina superó las 100.000 muertes por la pandemia

Por RFI

El país apenas está superando el pico de muertes y contagios del mes pasado. Pero los obstáculos en la vacunación y la incursión de la variante Delta complica la crisis sanitaria. Con las 614 muertes de la última jornada, el país llegó a la dolorosa cifra de 100.250 muertes por el nuevo coronavirus.

“Me siento mal, no es lo que pensamos que pasaría”, dijo este miércoles 14 de julio Luis Cámera, doctor especialista en gerontología y uno de los asesores para la pandemia del Gobierno de Alberto Fernández en Argentina. “Esta es una estadística dura, muy dura”, añadió, ahora que se confirma que en el país han muerto al menos 100.250 personas por Covid-19.

El país fue uno de los primeros de la región en implementar estrictas cuarentenas el año pasado, pero ahora Cámera reconoce que hubo “algunos errores”. “La cuarentena argentina fue estricta en el papel, pero no en la forma en que se comportó la gente”, dijo el gerontólogo. 

Según el asesor del presidente Fernández, la segunda ola de contagios en marzo “vino antes de lo que debió haber llegado”. En parte porque al final de 2020 hubo eventos masivos en los que se rompió el distanciamiento físico, como las honras fúnebres del difunto futbolista Diego Armando Maradona el 25 de noviembre y las posteriores honras fúnebres, o como las celebraciones y las marchas por la aprobación de la ley del aborto el 30 de diciembre, que hizo legal la interrupción voluntaria del embarazo antes de la semana 14.

Con la de Moderna, Argentina firma su primer contrato para recibir vacunas basadas en la plataforma de ARN mensajero "a partir del primer trimestre del año 2022"

A esto se sumó que el Gobierno de Fernández relajó las medidas en diciembre para permitir las reuniones durante las festividades. Ahora los picos de contagios han bajado, pero la crisis sigue en un punto elevado. El 62,2 % de las camas de cuidados intensivos del país todavía están ocupadas con pacientes con Covid-19.

 

Argentina tuvo que elegir entre la crisis sanitaria y la económica

La nación, atorada en una crisis económica desde 2018, cuando gobernaba Mauricio Macri, tenía poco margen de maniobra al iniciar la pandemia. Las cuarentenas, y con ellas el aislamiento y los cierres, que impuso el Gobierno Fernández en 2020, pronto terminaron de vaciar los bolsillos de los argentinos. Con autorización o sin ella, muchos se vieron forzados a salir a las calles para trabajar.

“No solo la pandemia nos está secando en este país. También está la gran crisis económica”, dice Gastón Rusichi, un bombero de 34 años en Córdoba que ha estado a cargo de mover los cuerpos de las víctimas del coronavirus durante este último año y medio. “Muchos parientes nos llaman llorando, no solo por las muertes, sino porque no tienen dinero para poder darle un entierro a una persona como se lo merece”, añade Rusichi, que hace turnos de 12 horas con un traje de bioseguridad.

Las medidas que intentó poner Fernández al comienzo de este año para frenar la segunda ola de contagios tuvieron poco éxito y ya no están en vigencia, aunque se mantiene un estricto control fronterizo para evitar que entren al país las variantes del virus.

Para Ezequiel González, un trabajador de 35 años en Tigre, a las afueras de la capital, es doloroso ver cómo se podría haber frenado la pandemia si la gente hubiera tenido la capacidad de aislarse. “Debimos habernos encerrado todos completamente y eso es muy difícil. Tenés que salir a la calle para hacer dinero, para comer y sobrevivir”, dijo González a Reuters.

Y ante la incapacidad de ejercer confinamientos, la esperanza del país está puesta en las vacunas.

A Argentina han llegado al menos 25,7 millones de dosis de vacunas

Con cerca de 45 millones de habitantes, en la Argentina solo 5,1 millones de personas han sido vacunadas con las dos dosis. En total, el país ha administrado 26 millones de inyecciones. Las vacunas en circulación son la rusa Sputnik V, la de AstraZeneca/ Oxford y la de la farmacéutica china Sinopharm.

Con 4,6 millones de contagios, Argentina es uno de los países de la región con una tasa más alta de infecciones per cápita. Los médicos afirman que la mayoría de los que están muriendo tienen entre 40 y 60 años y se contagiaron hace casi dos meses, antes de que tuvieran la chance de vacunarse. 

Edgardo Alvites Guerrero, cabeza de la unidad de terapia intensiva del Hospital Llavallol en Buenos Aires, siente que el ritmo de las primeras dosis de varias vacunas ha avanzado bien últimamente. Pero, resalta, “está lejos de lo ideal”. Para Guerrero sería mejor asegurar la segunda dosis para la mayoría de las personas antes de que se empiece a propagar la contagiosa variante Delta, de la cual ya se han identificado 15 casos en el país.

En un reciente reportaje, la Revista Anfibia de la Universidad Nacional de San Martín cuenta cómo Argentina se adelantó a otros países de la región en la negociación con Rusia. Mientras occidente desconfiaba de los protocolos del Instituto Gamaleya, la ministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora de presidencia Cecilia Nicolini viajaron en secreto a Rusia en octubre de 2020 para adelantar la conversación. En diciembre llegaron las primeras dosis de la vacuna rusa al país.

Ahora, el laboratorio Richmond empieza a producir las dosis de Sputnik V en territorio argentino para acelerar la campaña de vacunación. Adicionalmente, el país acaba de cerrar un acuerdo por 20 millones de dosis de la vacuna estadounidense Moderna.

Pero todavía faltan muchas dosis por aplicar. El pasado martes, la enfermera Paola Almirón visitó las tumbas de los seres queridos que perdió hace un año por el Covid-19: su medio hermano, su hermana, su tía y su madre. Ella misma superó la enfermedad y ahora siente algo especial cada vez que inyecta una vacuna en el Hospital General Interzonal Luisa Cravenna de Gandulfo en Lomas de Zamora, sur de Buenos Aires.

“Esperamos tanto”, dice, “estuvimos encerrados, salimos, nos aislamos otra vez; esperemos otro poco, en unos meses todos deberíamos estar vacunados y saldremos de esto”.

Con AP, Reuters y medios locales

 

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