Líbano: enfrentamientos en Beirut tras la dimisión de Saad Hariri
Por RFI
Nueve meses después de ser nombrado Primer Ministro, Saad Hariri tiró finalmente la toalla el jueves 15 de julio, incapaz de formar gobierno. En las calles de la capital libanesa, los manifestantes bajaron a gritar su ira, lo que provocó violentos enfrentamientos con el ejército.
Con nuestro corresponsal en Beirut, Noé Pignède
La ira estalla en las calles de Cola, un distrito sunita del sur de Beirut. Por un lado, el ejército, protegido por escudos de plástico. Por otro, cientos de partidarios de Saad Hariri, lanzando cócteles molotov y petardos.
Con un casco amarillo en la cabeza, Firas ayuda a los heridos. Con amargura, observa cómo su país cae en la violencia. “No podemos aguantar más, no queda nada, este no es el Líbano que conocemos”, dice. Firas siempre ha vivido aquí. Recuerda un país “refinado, donde todo el mundo era educado”.
¿Pero cómo se puede culpar a los manifestantes? “No tienen comida. No hay electricidad. Ya no podemos poner comida en los frigoríficos. Ni siquiera podemos ir al supermercado. Es muy caro”, explica.
Unas horas antes, el primer ministro designado Saad Hariri tiró la toalla. En octubre se le encargó que pusiera en marcha un equipo capaz de reformar el país, que atraviesa una profunda crisis económica y política. Pero, una vez más, los diferentes partidos políticos no se pusieron de acuerdo sobre el reparto de ministerios. Y son los libaneses quienes están pagando el precio: tras el anuncio, la moneda nacional ha seguido cayendo en picado mientras los precios se disparan.
Pero Firas no cree que estas escenas de guerrilla urbana vayan a resolver los problemas de su país. “Luchar con el ejército no va a cambiar nada. El ejército es más pobre que el pueblo. Es el resultado de 50 años de corrupción del mismo régimen político. Es a través de las urnas como podemos hacer que las cosas sucedan y cambiar el régimen”, dice.
Poco a poco, la multitud hace retroceder a los soldados, que responden con disparos de advertencia. El bulevar está en llamas. Nos resulta imposible acercarnos a los manifestantes, que lanzan piedras a los periodistas.
¿El gobierno imposible?
Saad Hariri dijo el jueves que renunciaba a formar gobierno en Líbano debido a lo que consideraba desacuerdos insalvables con el presidente Michel Aoun, prolongando un estancamiento político que profundiza la crisis financiera y social en la que se encuentra el país desde hace meses. El Primer Ministro designado hizo el anuncio tras una reunión de apenas 20 minutos con el Jefe de Estado, poniendo de manifiesto las diferencias que impiden desde hace meses la formación de un nuevo gobierno y la puesta en marcha de las reformas, condiciones exigidas por la comunidad internacional, incluida Francia, para dotar al Líbano de ayuda para sacarlo de lo que el Banco Mundial ha calificado como la peor recesión de la historia moderna.
Saad Hariri fue nombrado el pasado mes de octubre primer ministro tras la dimisión de Hassan Diab a raíz de la explosión en el puerto de la capital, Beirut, que mató a cientos de personas y devastó parte de la capital el 4 de agosto de 2020.