INGLATERRA RETIRA LAS MEDIDAS SANITARIAS Y CELEBRA EL ‘FREEDOM DAY’ EN MEDIO DE LA TERCERA OLA DE COVID-19
Con más de 40 mil contagios diarios y en aumento, Inglaterra levanta todas las medidas sanitarias en una decisión polémica, que lleva a algunos científicos a predecir el peor escenario.
El distanciamiento social llegó a su fin. Ya no existen límites en la cantidad de personas que pueden reunirse en lugares cerrados y los cubrebocas tampoco son obligatorios. Todos aquellos pubs, bares y clubes nocturnos empolvados desde hace un año y medio volvieron a abrir sus puertas, mientras que conciertos, eventos deportivos y culturales regresan sin límite de aforo.
Esta es la nueva realidad en Inglaterra desde el 19 de julio de 2021, fecha pactada por el gobierno de Boris Johnson para levantar las restricciones sociales y de movilidad que se mantuvieron de forma intermitente desde el inicio de la pandemia.
Llamado popularmente ‘Freedom Day’ (día de la libertad), el 19 de julio se anunció desde Downing Street como si se tratara del final de la pandemia; sin embargo, cada vez más científicos manifiestan su preocupación por los efectos que esta desescalada radical puede tener en el curso de la pandemia en el Reino Unido y todo el mundo, justo en el momento en que los nuevos contagios suceden a una velocidad sin precedentes, con 45 mil casos diarios y en aumento.
El ‘Freedom Day’: una apuesta arriesgada
Tras una serie de protestas masivas que llamaban a dejar de lado las restricciones y la imperiosa necesidad de reactivar la economía, el plan del gobierno inglés es una apuesta ciega a la eficacia de las vacunas: con el 88 % de los adultos con al menos una dosis, los nuevos contagios alcanzaron un mínimo histórico a finales de mayo tras la segunda ola.
No obstante, la llegada de la variante delta es el combustible que desde junio mantiene en ascenso una pendiente que ahora mismo registra casi 50 mil casos diarios y pone al país en primer lugar de nuevos contagios en Europa.
Y aunque la evidencia de que las vacunas funcionan resulta innegable y el esquema completo prácticamente garantiza evitar COVID-19 grave y la hospitalización (incluso ante la variante delta), el punto más endeble del ‘Freedom Day’ radica en que apenas el 54 % de los ingleses cuentan con su esquema de vacunación completo y por lo tanto, millones de personas jóvenes podrían contagiarse de la variante delta.
“Un experimento peligroso y poco ético”
El plan para levantar la mayoría de restricciones que aún se mantenían en el Reino Unido no fue bien recibido por la comunidad internacional de científicos, médicos y epidemiólogos a cargo de la pandemia:
En una carta firmada por 1,200 científicos y publicada en The Lancet, los especialistas calificaron la decisión de “peligrosa y prematura”, explicando que –contrario al argumento de Boris Johnson– “el vínculo entre los contagios y hospitalizaciones no se ha roto y conducirá inevitablemente a un nuevo aumento de los ingresos hospitalarios”.
“Consideramos que cualquier estrategia que tolera altos niveles de infección es poco ética e ilógica. El gobierno del Reino Unido debe reconsiderar su estrategia actual y tomar medidas urgentes para proteger a la población, incluidos los niños”, explica la carta.
El peligro de nuevas variantes más agresivas
Otra preocupación de la comunidad científica radica en la aparición de nuevas variantes con mayor transmisibilidad o capacidad para evadir los anticuerpos, un riesgo inminente derivado de una alta circulación del virus en un entorno en el que conviven tanto personas completamente desprotegidas, como vacunadas y recuperadas de COVID-19:
“La estrategia del gobierno es terreno fértil para la aparición de variantes resistentes a las vacunas. Esto pondría a todos en riesgo, incluidos los que ya están vacunados, en el Reino Unido y en todo el mundo. La propagación de variantes de escape potencialmente más transmisibles afectaría de manera desproporcionada a los más desfavorecidos de nuestro país y otros países con escaso acceso a las vacunas”, explica la carta.
El grupo de expertos firmantes concluye que “el gobierno se está embarcando en un experimento peligroso y poco ético” y llama a dar marcha atrás a la medida; sin embargo, a un tris de alcanzar el máximo histórico de principios de enero de 2021, cuando el país llegó a reportar 59 mil casos nuevos de COVID-19, el ‘Freedom Day’ marcó el banderazo inicial del regreso a la normalidad en Inglaterra.