Berlín y Washington ponen fin al conflicto en torno al gasoducto Nord Stream 2
Por RFI/
Alemania alcanzó un acuerdo con Estados Unidos para advertir a Rusia sobre potenciales sanciones y apoyar financieramente al sector energético de Ucrania en el marco del despliegue del gasoducto Nord Stream 2. Este proyecto de infraestructura ha sido fuente de conflicto entre varios países desde hace años.
Con nuestro corresponsal en Berlín, Sergio Correa.
1.200 kilómetros tiene el gasoducto Nord Stream 2 que traerá el gas ruso a través del mar Báltico hasta Alemania. Reemplazará -y este es el grave problema- al gasoducto anterior, que pasaba por Ucrania y que le permitía a ese país un ingreso de casi 3.000 millones de euros anuales en derecho a tránsito.
Estados Unidos especialmente cree que se corre un riesgo: Rusia podría cortar sin consecuencias el suministro de gas a Ucrania y ejercer así presión para apoyar a la región separatista y pro rusa de ese país.
La oposición republicana estadounidense considera el gasoducto entre Rusia y Alemania como un acto de traición hacia Ucrania. El proyecto, dicen, reforzaría a Vladimir Putin.
EEUU El secretario de Estado Blinken, confirmó ayer que no habrá sanciones a las empresas que finalicen los trabajos del gasoducto Nord Stream 2. La construcción del enorme sistema de tuberías ha avanzado tanto que ya es imposible detenerla. pic.twitter.com/Bhb2uZRS9j
— Carlos Peñaloza (@GenPenaloza) June 10, 2021
Un programa alemán de apoyo a Ucrania
Joe Biden recibió la semana a Angela Merkel. Decidió entonces retirar la mayoría de las sanciones a Nord Stream requeridas por el Congreso de su país. Alegó era mejor trabajar junto a Alemania.
La canciller alemana, por su parte, ideó un gran programa de apoyo a Ucrania. Un eje político pretende castigar cualquier forma de abuso de Rusia sobre Ucrania y un eje económico apoyaría la prolongación del tratado entre Rusia y Ucrania hasta el año 2034 y la promoción de energías alternativas en Ucrania y Polonia, otro de los países afectados por el gasoducto.
Con esto sin embargo la dependencia alemana del gas ruso será enorme: más del 50% del consumo en Alemania vendrá únicamente de este gasoducto.
Por ahora parece haberse superado el conflicto con Estados Unidos, que levantó todas las sanciones contra este proyecto.