¿Puede nuestro cerebro decidir cuándo “sentirse bien”?

Por lo general, la liberación de dopamina se produce de forma espontánea al hacer ejercicios, escuchar música, cumplir metas personales y otras actividades que nos generen bienestar. Pero, ¿podría nuestro cerebro decidir cuándo “sentirse bien”?

La duda surge debido a un experimento en el que se demostró que los ratones podían manipular intencionalmente pulsos de dopamina para lograr un objetivo, según un artículo publicado en la revista Current Biology.

 

Roedores aprendieron a anticipar impulsos de dopamina

Redes neuronales

En la investigación, dirigida por Conrad Foo, se reveló que en la neocorteza de los ratones abundan los impulsos impredecibles de dopamina y, que incluso ocurren una vez por minuto. Intrigados por estos resultados, Food, en conjunto con investigadores de la Universidad de California en San Diego y de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York, empleó métodos moleculares y ópticos para determinar si los roedores eran conscientes de esto.

Para ello, emplearon un sistema de recompensa que premiaba a los ratones que demostraran que podían controlar impulsos impredecibles de dopamina. Sorprendentemente, encontraron que los roedores eran conscientes de esta situación, incluso que podían anticipar y actuar con base en los impulsos de dopamina. Al respecto, los investigadores señalan:

Fundamentalmente, los ratones aprendieron a provocar impulsos (de dopamina) de manera confiable antes de recibir una recompensa. Estos efectos se revirtieron cuando se eliminó la recompensa”.

Entonces, ¿podría nuestro cerebro decidir cuándo “sentirse bien”?

Dado que la estructura cerebral de los ratones es similar a la de los humanos, es normal pesar que también somos capaces de controlar los impulsos de dopamina. Después de todo, nuestra interacción neuronal es mayor. Sin embargo, no hay estudios que demuestren que podamos controlar cuándo sentirnos bien sin que haya un estímulo de por medio.

Por lo pronto, se espera que esta investigación ayude a atender si así como la impredecible liberación de dopamina en los ratones fomenta la búsqueda de alimentos, también puede ocurrir al buscar pareja o en sus interacciones sociales.

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