Así ha evolucionado el concepto de empatía, según la ciencia
¿En qué piensas cuando escuchas el término “empatía”? Seguramente, en la capacidad que tenemos los seres humanos de ponernos en el lugar de otras personas para comprender sus pensamientos, sentimientos y emociones. Ciertamente, es un concepto de empatía bastante acertado.
De hecho, coincide con el concepto propuesto por Pablo Olmedo y Beatriz Monte en el artículo titulado Evolución conceptual de la Empatía, quiénes dicen que:
El concepto de empatía está relacionado con la comprensión del otro y de su mundo afectivo, a lo que se llega como resultado de conectar con los sentimientos ajenos. Este proceso empático, por tanto, consta de los siguientes componentes: captación de los sentimientos del otro y comprensión empática”.
Sin embargo, esa capacidad no se genera así como así, está influenciada por diversos factores. Así lo evidencia un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Toronto y cuyo artículo se ha publicado en la revista Psychological Science.
Las personas tienen tres veces más probabilidades de empatizar con emociones positivas
Por lo general, para sentir empatía debemos observar las emociones de nuestros semejantes, bien sea de forma física o a través de dispositivos multimedia. No obstante, desarrollar empatía no se trata únicamente de comprender emociones negativas, va mucho más allá.
Para dar con esos resultados, los investigadores analizaron el comportamiento de 246 adultos estadounidenses. Durante el análisis, observaron quiénes tenían más probabilidades de ser empáticos y con qué frecuencia lo hacían. Incluso, cómo la empatía afectaba el bienestar psicológico subjetivo de los participantes. De modo que, pudieran comprender cómo manejan el propósito de la vida. Al respecto, el estudiante de psicología social en la Universidad de Toronto Scarborough, Greg Depow, expresa:
Si solo miro las emociones negativas con las que la gente siente empatía, eso en realidad se asocia con una reducción del bienestar subjetivo… Debido a que las personas sienten empatía con las emociones positivas tres veces más a menudo, la empatía general se asocia con un mayor bienestar subjetivo”.
Las personas tienden a desarrollar empatía por conocidos
La empatía no solo se limita percibir las emociones de nuestros semejantes, la investigación señala que las oportunidades de empatía se pueden presentar en cualquier momento, pero es más probable que las personas apoyen a conocidos o cercanos. “La gente encuentra la empatía más o menos difícil en diferentes situaciones y eso parece cambiar la experiencia de empatía de las personas y el grado en que se sienten empatizados”, agrega.
Incluso, ser más empáticos con nosotros mismos pueden ayudarnos a ser más solidarios con otras personas. Los hallazgos sugieren que aprender a conectarnos con nuestro “yo” interno, nos permitirá conectarnos con otras. Ciertamente, hay mucha lógica en ello, ¿cómo podemos ayudar a otros cuando no somos capaces de lidiar con nuestros problemas internos?