¿Qué es la “cultura de las princesas” y cómo puede ayudar a erradicar la masculinidad tóxica?
Por lo general, tendemos a relacionar a las princesas de Disney con las niñas, especialmente con aquellas que se dejan cautivar por sus historias e imágenes. Si bien se presentan sobre un escenario fantasioso, estos personajes han traspasado pantallas y tienden a causar efectos en los más pequeños.
A raíz de eso, Disney promovió una iniciativa llamada “Cultura de las princesas”. Se trata de un proyecto que fomenta el empoderamiento de las mujeres a través de sus películas, dejando de lado los estereotipos de mujeres realizando tareas domésticas y se inclinan por personajes que encuentran sus propias fortalezas.
La cultura de princesas elimina actitudes malsanas de las princesas del pasado
Por mucho tiempo, Disney promovió películas de princesas que daban esperanzas de un final feliz. Incluso, provocaba que las niñas crecieran como un patrón mental de cuentos de hadas, que un príncipe llegaría para rescatarla ante cualquier adversidad y que el amor es color de rosas. Sin embargo, estas historias se cuestionaron por mucho tiempo, pues para algunos mostraban las debilidad de las mujeres.
“En otras palabras, las historias de princesas muestran la debilidad de las mujeres, nunca sus puntos fuertes. Nunca son independientes porque siempre hay alguien que las ‘rescata’”, dice Alexandra Heatwole en su artículo.
En vista del daño que aparentemente esta idolología causa a la sociedad, surge esta nueva cultura de las princesas. Un sistema que busca erradicar el concepto de mujeres dóciles y dependientes, actitudes psicológicamente malsanas, que piensan que la felicidad proviene del matrimonio. En realidad, busca hacerles ver que ellas son capaces de lograr sus objetivos a través des méritos propios.
Un instrumento para erradicar la masculinidad tóxica
Esta iniciativa busca más que crear un nuevo estereotipo de princesas de Disney, puede emplearse para erradicar la masculinidad tóxica de la sociedad. Así lo sugiere una nueva investigación publicada en Child Development.
En concreto, esta señala que los jóvenes que se involucran con la cultura de las princesas durante su infancia tienen mayor probabilidad de desarrollar puntos de vista progresistas sobre las mujeres e incluso menos actitudes machistas a lo largo del tiempo.
La profesora y autora del artículo, Sarah Coyne, comenta que en un primer estudio, la cultura de las princesas tuvo un efecto negativo en el corto plazo. Sin embargo, ese comportamiento cambia a lo largo del tiempo.
“Lo fascinante de la cultura de las princesas es que tiene algunas cosas realmente profundas y hermosas sobre la feminidad y las relaciones. Si podemos comprender eso, puede ser verdaderamente sanador para la humanidad”, agrega.
Las nuevas princesas de Disney se pueden utilizar para modelar actitudes justas entre hombres y mujeres
Para ejemplificar un poco cómo funcionan las nuevas princesas de Disney, se toma como referencia el caso de Moana. Se trata de una chica que se embarca en un viaje peligroso para traer de vuelta el corazón de Te Fiti y, concentrarse en encontrar su verdadera vocación. Ciertamente, al final logra ambos objetivos. Por tanto, es un digno ejemplo de la mujer luchadora e independiente de ahora.
Según se explica en la investigación, los niños que están expuestos a estos nuevos personajes tienden a expresar sus emociones de mejor manera. “En lugar de apagar sus sentimientos o sentir que deben luchar contra alguien que los desafía, pueden expresar sus emociones de manera no violenta”, señala Coyne.
Es por ello que la cultura de las princesas se puede utilizar como una fuerza positiva para modelar actitudes justas entre hombres y mujeres, evitando una masculinidad tóxica y contribuyendo en la formación de una sociedad más justa e igualitaria.