Niñas tienen menos probabilidades de ver la ciencia como una carrera viable
El dominio de los hombres en el ramo científico, sumado a antiguas costumbres, evitaba que las mujeres pudieran desempeñarse profesionalmente en esta área. Sin embargo, gracias a la lucha e inteligencia de algunas de ellas eso fue cambiando, convirtiéndose en referencia para otras mujeres.
Ese precedente ha influido en la percepción que tienen de la ciencia, impulsando así sus carreras profesionales. No obstante, una nueva investigación sugiere que esa inclinación puede ser afectada por un factor adicional y cuya influencia comienza en la escuela. En concreto, el artículo señala que las niñas tienen menos probabilidades de ver la ciencia como una carrera viable cuando se les enseña en un entorno competitivo.
La competencia puede ocasionar que las niñas declinen por roles STEM
Según explican los investigadores, cuando las niñas comparten un aula de clase con compañeros que muestran confianza e interés en la ciencia pueden experimentar una sensación de desánimo por carreras relacionadas con STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Por su parte, los niños parecen reaccionar de forma positiva, sintiéndose más confiados en un entorno más competitivo. Al respecto, la investigadora de la Universidad de Colonia y del Instituto Federal de Educación y Formación Profesional en Alemania, Janina Beckmann, expresa:
Una explicación podría ser que tal vez, a pesar de que quizás aspiren a ser científicas, las niñas pierden la confianza en sus habilidades cuando se les enseña junto con otros alumnos confiados y con aspiraciones. Mientras que los niños pueden tener más probabilidades de prosperar en un entorno tan competitivo”.
La cultura de aula influye en las expectativas laborales de los estudiantes
Para llegar a estas conclusiones, los autores llevaron a cabo un estudio longitudinal en Alemania que rastreaba la vida de 60 mil personas desde su nacimiento hasta la edad adulta. Durante ese período le consultaron a los chicos de secundaria cuál sería su ocupación ideal, y hasta qué punto estaban de acuerdo con las afirmaciones “las matemáticas son una de mis mejores materias”, “aprendo rápido en matemáticas” y “siempre he sido bueno en matemáticas”.
Como resultado obtuvieron que solo el 10 por ciento de los encuestados esperaba desempeñarse en roles STEM, de los cuales 84 por ciento eran hombres y 17 por ciento mujeres. Estos hallazgos evidencian el impacto que la cultura de aula o la forma cómo se comunican los profesores con sus estudiantes y los alumnos entre sí, repercuten en sus expectativas laborales.
Adicional a ello, en un artículo compartido por Microsoft se indica que la falta de apoyo de los padres y profesores puede influir en la percepción que tienen las niñas de las carreras STEM. Es por ello que es importante que hagan hincapié en modelos y mentoras en STEM, que ofrezcan un plan de estudio orientado a la ciencia, pero sobre todo que en las aulas de clase se valoren las opiniones de las niñas.