El combate a la pobreza en 2022 queda en duda por recortes presupuestales

México necesita más recursos en el Paquete Económico 2022 para frenar el repunte de la pobreza, pero lenta recuperación de la economía, la menor recaudación de impuestos y la ausencia de una reforma fiscal impedirán que esto suceda, de acuerdo a economistas consultados por Expansión.

Entre 2018 y 2020, el número de mexicanos con rezago educativo pasó de 23.5 a 24.4 millones, y el de la falta de servicios de salud aumentó de 20.1 a 35.7 millones, refieren datos del Coneval. Los rubros de salud y educación son esenciales para reducir los índices de pobreza.

 

“La política social que se ha privilegiado es la de transferencias en efectivo, y eso ha restado importancia al tema de salud y educación. Esas transferencias no han sido asignadas con un criterio para que las tengan aquellas personas que más las necesitan, y no han sido aplicadas en mayor medida a raíz de la pandemia, entonces existe ahí ya un problema”, afirmó Rodolfo de la Torre, especialista en desarrollo social con equidad, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Si se quisiera incrementar la cantidad de gasto que se dedica a salud y educación, los recursos deben provenir de otras áreas, proyectos o de una reforma fiscal que dé sustentabilidad, añadió De la Torre.

Panorama 2022

Estos recursos tienen que estar contemplados en el Paquete Económico 2022.

Lo interesante sería que exista una flexibilidad en esos ingresos, no necesariamente que se tenga una cantidad fija, sino tratar de modificar esas asignaciones con base en las necesidades de cada entidad o región, dependiendo cómo se haga la clasificación, para darle mayor prioridad a aquellas zonas más vulnerables, señala Héctor Magaña, investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

Para 2022, el panorama no es alentador en materia de salud: Se prevé la eliminación de dos programas presupuestales: Seguro Médico Siglo XXI, en vista de la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y la extinción de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud; además de la eliminación del Programa de Salud y Bienestar Comunitario por no encontrarse en operación, de acuerdo a la Estructura Programática a emplear en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2022.

En materia de Educación, el año entrante se eliminará el programa escuelas de Tiempo Completo, debido a que ahora sus acciones son operadas a través del programa “La Escuela es Nuestra”.

En tanto, el presupuesto para ocho programas prioritarios de Educación Pública se estima un incremento de 3.2% de 2021 a 2022, de acuerdo a los “PreCriterios 2022”.

Este incremento no alcanzaría a compensar la inflación, para la cual se estima un nivel de 5.94% para este año, de acuerdo a la encuesta de julio del Banco de México (Banxico).

Otro presupuesto que crecerá menos que la inflación (3.2% promedio), es el destinado a 10 programas prioritarios de Salud para 2022, detallan los “PreCriterios 2022”.

Recortes desde 2016

Los gastos de la administración pública en salud y educación se han visto afectados, entre otros, por una política de austeridad fiscal, y que inició desde 2016 -con Luis Videgaray como secretario de Hacienda y Enrique Peña Nieto como presidente de la República- a raíz de la cancelación de proyectos de inversión contemplados en el presupuesto público, como el Tren Transpeninsular y el tren México-Querétaro. Esta política ha sido acuñada por el actual gobierno como ‘la austeridad republicana’, coinciden los especialistas.

En el primer semestre de 2021, el gasto en salud creció 10.1% real anual, y el de educación cayó 0.9% frente al mismo periodo de 2020. En tanto, las transferencias federales para el Fondo de Aportaciones para Servicios de Salud de los estados cayó 1.3% real, y el enfocado a la Educación Básica decreció 3.6%.

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