Estos comportamientos podrían revelar signos de adicción
A raíz del nuevo brote del COVID-19, muchos australianos han sido confinados al encierro. En consecuencia, sus hábitos de consumo de alcohol, drogas y la forma en la que juegan han cambiado. Aunque esos comportamientos parezcan normales, el hecho de repetirlos con frecuencia revela signos de adicción.
Si bien es cierto que el encierro ha provocado el cierre de casinos, clubes y por supuesto incentivado el distanciamiento físico, las personas han sido más propensas a “tomar una copa” e incluso a realizar apuestas en línea para distraerse.
Formas poco saludables de enfrentar el estrés psicológico
Los investigadores señalan que el alcohol, las drogas, el tabaco, los juegos de azar y otros comportamientos “pueden convertirse rápidamente en formas poco saludables de afrontar el estrés psicológico asociado con la pandemia”.
En Australia, por ejemplo, durante el 2020 una quinta parte de la población aumentó el consumo de alcohol. Sobre todo, las mujeres con niños y hombres desempleados o que cumplían menos horas de trabajo. Dado que estas prácticas comienzan sigilosamente, nos preguntamos cómo podemos identificarlas, de modo que podamos disminuir el impacto negativo en nuestras vidas.
Necesidad de pedir prestado
Cuando una persona cae en el vicio del juego o en la dependencia al alcohol, tabaco u otra droga, tiende a quedarse sin dinero con mayor facilidad, pues antepone su dependencia por encima de otras necesidades.
Las situaciones estresantes, como el encierro, pueden afectarnos psicológicamente y conducirnos a beber más de lo habitual. En personas vulnerables o más débiles emocionalmente, ese comportamiento puede conducirlas a desarrollar adicciones. Por ello, si notas que tú o algún familiar tienen este comportamiento es hora de hacer un alto.
Pensar en la próxima vez que tomarás una copa
De igual forma, pensar en la próxima vez que tomaremos una copa es un signo de adicción. Las personas que anteponen estos pensamientos por encimas de otros, poco a poco van perdiendo la capacidad de limitar la cantidad de alcohol que consumen.
Incluso, presentan un deseo intenso de ingerirlo aun cuando saben que esto puede causarles problemas físicos, sociales e interpersonales. En el caso de los australianos, víctimas del confinamiento, este comportamiento se evidencia en el hecho de compartir poco con sus familias.
Así que, si estos comportamientos son frecuentes y están impactando negativamente en otras áreas de tu vida, es momento de reflexionar y detenerte antes de que sea demasiado tarde.