“Ameba devora cerebro”: ¿Qué sabemos sobre esta bacteria altamente mortal?
Recientemente, en el estado de California se reportó el caso de un niño de 10 años diagnosticado con meningoencefalitis amebiana primaria (PAM). Se trata de una infección provocada por la ameba Naegleria fowleri y que afecta principalmente al cerebro.
Dado que en esta región solo se han reportado 10 casos de esta extraña enfermedad desde 1971 y 34 casos en la última década en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), muchos nos preguntamos cómo actúa esta ameba y qué podemos hacer para evitar contraerla.
Esta ameba destruye el tejido cerebral
La Naegleria fowleri es una infección que destruye el tejido cerebral. Sus síntomas: fiebre, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, aparecen cinco días después de contraer la infección. A medida que avanza, los síntomas empeoran, los afectados pueden presentar rigidez en el cuello, desorientación, pérdida del equilibrio, convulsiones y en el peor de los casos conducir a la muerte en menos de 12 días.
Generalmente, esta ameba habita en aguas dulces y cálidas, como ríos, lagos y fuentes termales. Inclusive, en piscinas mal cloradas y agua potable contaminada. Ahora bien, la vía que emplea para llegar a nuestro cerebro es a través de la nariz.
Al sumergirnos en el agua contaminada con la nariz desprotegida, la ameba sube por nuestras fosas nasales hasta llegar al tejido cerebral. Según explica la CDD, la “ameba devora cerebro” no se transmiten de persona a persona ni mucho menos nos infectamos al ingerir agua contaminada.
La tasa de supervivencia es inferior al 3%
Según la Live Science, la tasa de supervivencia de esta infección es inferior al 3%. De hecho, en las últimas seis décadas se han reportado más de 145 casos en Estados Unidos, de los cuales solo han sobrevivido 4 personas.
Mientras que a nivel mundial, se estima que solo una docena de personas han sobrevivido a la infección. Entre ellas, una niña española de 10 años de edad que sobrevivió tras contraer la bacteria en una piscina (2018).
En vista de la baja incidencia de esta enfermedad y de la duda de por qué algunas personas se contagian y otras no, aun cuando nadan en la misma agua infectada, no hay un tratamiento prestablecido.
Entonces, ¿cómo se puede combatir?
Para frenar su avance, los expertos recomiendan su detección temprana, tratamientos que desinflamen el cerebro y el fármaco antiparasitario llamado miltefosina. De hecho, el empleo de este último salvó la vida de la niña española, pues en estos casos los antibióticos no funcionan.
Realmente, las probabilidades de contraer esta infección son escasas. Pero, por prevención los expertos aconsejan limitar la cantidad de agua que entra por la nariz y, aunque difícil, asegurarnos de que el agua se encuentre libre de amebas.