La vida universitaria es más estresantes para las chicas
La transición de secundaria a la universidad es una etapa difícil, pues lleva consigo más responsabilidades. En ese sentido, una investigación reciente sugiere que la vida universitaria es más estresantes para las chicas que para los chicos.
Para llegar a esa conclusión, un equipo de investigación se dio a la tarea de encuestar a conjunto de estudiantes, hombres y mujeres menores a 30 años, inscritos en clases de salud y bienestar: yoga, Pilates, manejo de estrés, entre otras. Asimismo, analizaron sus niveles de estrés y la forma cómo afrontaban esas tensiones.
Sentimiento de culpa
Tras el análisis, los investigadores detectaron que las estudiantes mostraron mayores niveles de estrés que sus compañeros masculinos, aun cuando utilizaron estrategias como la autodistracción, apoyo emocional, apoyo instrumental –ayuda directa para lidiar con problemas– y ventilación para sobrellevar esa carga emocional.
Sin embargo, algunas de estas estrategias resultaron efectivas y otras no tanto. De hecho, las chicas se responsabilizaron a sí mismas y a los demás por sus niveles de estrés. Esta situación es preocupante, ya que el estrés puede desencadenar otras afecciones como ansiedad, depresión, autolesiones y hasta tendencias suicidas. Incluso, afectar negativamente su proceso de aprendizaje.
Período académico podría influir en los niveles de estrés
La autora del estudio y profesora asociada en el departamento de ciencias del ejercicio y promoción de la salud de la Florida Atlantic University en Boca Raton, B. Sue Graves, destaca que investigaciones previas han arrojado resultados diferentes. Dada la contrariedad de resultados, apunta que la etapa del período académico podría influir en los niveles de estrés.
Por lo general, los estudiantes se estresan más a final del período, básicamente porque tienen que lidiar con los exámenes finales y la tensión emocional que eso conlleva. Precisamente, el estudio llevado a cabo por Graves y sus colegas se aplicó a final del periodo académico. Al respecto, agrega:
Lo afortunado es que muchas universidades tienen muy buenos servicios de salud y servicios de apoyo, pero algunos de los estudiantes no los usan y creo que a veces podríamos necesitar hacer un trabajo un poco mejor para sacar esa información. Si los estudiantes pueden localizarlos y encontrarlos, creo que a veces eso les ayuda a dar el siguiente paso”.
El estrés no siempre se puede ver como algo negativo
Si bien es cierto que el estrés puede desencadenar otros problemas mentales, no siempre puede verse como algo negativo. El profesor de investigación en el departamento de psicología de la Universidad de Clark en Worcester en Massachusetts, Jeffrey Arnett, señala que las mujeres en diferentes etapas de su vida son más propensas al estrés.
“Mi pensamiento últimamente es que estamos pensando en el estrés y la ansiedad de manera incorrecta. Siempre asumimos, como parece suponer este artículo, que el estrés y la ansiedad son malos y cuanto menos, mejor, pero realmente no creo que eso sea cierto. Creo que el estrés y la ansiedad pueden ser saludables hasta cierto punto”, agrega.
Entonces, el estrés puede ser un agente motivador para cumplir ciertas actividades, pero cuando se sale de control y nos sentimos abrumados, lo ideal es hacer una pausa, desahogarnos con personas cercanas y buscar tiempo para distraernos.