¿Cómo se contagió un grupo de gorilas en cautiverio con COVID-19?
En el zoológico de Atlanta, en el estado de Georgia, al sur de Estados Unidos, un grupo de gorilas de las tierras bajas occidentales dio positivo para la COVID-19. La noticia surge de los resultados preliminares de pruebas realizadas luego de que experimentaran síntomas similares a los de los humanos.
Y aunque no es la primera vez que se detectan infecciones de este tipo en la especie Gorilla gorilla, a los encargados del zoológico les preocupa el hecho de que ocurrieran a estas alturas. En un comunicado oficial afirman que siguen estrictos protocolos de seguridad y que el personal que trabaja en sus instalaciones ha sido vacunado contra el coronavirus.
Gorilas en cautiverio son síntomas de COVID-19
Los miembros del Gorilla Care Team notaron síntomas peculiares en los mamíferos: tos, secreción nasal y cambios en su apetito, lo que motivó consultas veterinarias. Dada la consistencia de los síntomas con la enfermedad pandémica, el equipo procedió a tomar muestras fecales y de hisopos nasales y orales de inmediato para detectar el SARS-CoV-2.
El análisis se llevó a cabo en Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Atenas en la Universidad de Georgia, y según anunciaron los resultados fueron positivos para el coronavirus. Mientras tanto, las autoridades del zoológico de Atlanta esperan los resultados de las muestras enviadas a Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios en Ames, Iowa, para confirmarlo.
Sin embargo, las pruebas iniciales fueron suficiente motivación para implementar medidas de contención en el sitio. El personal está recolectando muestras para analizar a toda la población de gorilas en el zoológico a fin de determinar si hay otros casos de COVID-19. La estrategia incluye una revisión regular de signos independientemente de la presencia de síntomas.
Monitoreo regular de gorilas en el zoológico
Simultáneamente, el equipo veterinario del zoológico ha unido fuerzas con otras organizaciones zoológicas acreditadas en casos como este; también se han unido médicos con experiencia en COVID-19 en humanos.
El equipo experimentado ha empezado a aplicar un tratamiento a los animales enfermos. Los gorilas del zoológico que tienen más riesgo de desarrollar complicaciones por la infección COVID-19 están recibiendo anticuerpos monoclonales.
“Los equipos están monitoreando muy de cerca a los gorilas afectados y esperan que se recuperen por completo”, dijo Sam Rivera, director senior de Boehringer Ingelheim Animal Health, una multinacional dedicada a la salud animal. “Están recibiendo la mejor atención posible y estamos preparados para brindar atención de apoyo adicional si fuera necesario”.
Un miembro del equipo vacunado y asintomático como presunta fuente de infección
Aunque el panorama parece favorable, hay una preocupación latente: ¿cómo se contagiaron estos gorilas en cautiverio con la COVID-19? En estos casos, determinar la fuente de contagio es sumamente difícil, claro está, pero no imposible.
Los cuidadores creen que el contagio ocurrió de parte de un miembro de su equipo humano que dio positivo para el coronavirus. Curiosamente, este había recibido sus dosis completas de vacuna contra la enfermedad; además, usaba su equipo de protección personal el presunto día del contacto, pero estaba asintomático.
“Estamos muy preocupados de que ocurrieran estas infecciones, especialmente dado que nuestros protocolos de seguridad cuando trabajamos con grandes simios y otras especies animales susceptibles son, y durante toda la pandemia, extremadamente rigurosos”, expresó Rivera.
Y es que las infecciones ocurrieron en un área en la que los protocolos de seguridad son más estrictos. Es bien sabido que los gorilas en cautiverio son susceptibles a muchas enfermedades que también afectan a los humanos, como la influenza, el resfriado común y la COVID-19.
Hasta ahora, no hay pruebas de que los gorilas puedan infectar a los humanos
Es importante resaltar que hay certeza de que los humanos pueden transmitir el coronavirus a ciertos animales en zoológicos; mas, en la actualidad, no hay evidencia de que el proceso pueda ocurrir de forma inversa. Además, el contacto entre los humanos que visitan las instalaciones y el hábitat de los animales en cautiverio es mínimo.
A pesar de ello, el zoológico ya había obtenido la autorización para administrar la vacuna Zoetis, diseñada específicamente para animales que pueden contraer el SARS-CoV-2. En su próximo plan de vacunación contra el patógeno figuran como receptores los orangutanes de Borneo y Sumatra, tigres de Sumatra, leones africanos y leopardo nublado.