¿Cómo cambió el mundo luego de los atentados a las Torres Gemelas?
Los eventos del 11 de septiembre del 2001 están grabados en la memoria de Estados Unidos y del mundo como uno de los más lamentables sucesos del siglo XXI. Incluso ahora, la sombra de los atentados de las torres gemelas da forma a nuestra actualidad. Todo con la intención de evitar que la humanidad tenga que pasar de nuevo por una experiencia como esa.
En su momento, el ataque a las torres gemelas y al Pentágono acabó con la vida de casi 3 mil personas en Estados Unidos. Algo que, como en un efecto mariposa, fue generando modificaciones que terminaron por cambiar las vidas de miles de millones en todo el mundo.
Antes de los atentados del 11 de septiembre los aeropuertos tenían una seguridad mucho más laxa
Hace tan solo un par de décadas, el viajar en avión era una experiencia totalmente distinta a la que conocemos hoy. Por un lado, las personas podían ir con sus acompañantes casi hasta el túnel de abordaje al avión. Asimismo, no había guardias obligándote a quitarte los zapatos y el cinturón.
Incluso, tu botella de agua mineral no hubiera sido un problema para nadie en aquella época. Todo debido a que aún se tenía una perspectiva muy “cándida” de lo debía ser la seguridad en los aeropuertos, según recalcó El País.
Para los setenta, las medidas de seguridad comenzaron a fortalecerse un poco más debido a que ya varios aviones con destino a Cuba habían empezado a sufrir secuestros continuos. Sin embargo, ni siquiera el atentado de atentado con explosivos en Lockerbie en 1988 –que causó 270 muertos– llegó a causar suficiente revuelo.
Al final, las medidas se afinaron un poco, pero seguían siendo bastante laxas. En la actualidad se hace imposible pensar en viajar con ese tipo de medidas, todo debido a los atentados de las torres gemelas.
Antes y después: ¿cómo los atentados de las torres gemelas dieron forma a nuestra actualidad?
Nuevamente, de acuerdo a lo recopilado por el país, el atentado del 11 de septiembre del 2011 terminó siendo el incidente que reveló al mundo las “lagunas de seguridad” que ya había en los aeropuertos. Después de todo, las situaciones de peligro ya habían ocurrido en otras oportunidades. Pero fue el atentado a las torres gemelas el que reveló el gran impacto que puede tener no ejercer los controles correctos a la hora movilizar aviones.
Debido a todo lo anterior, los atentados de las torres gemelas causaron un antes y un después para la historia del mundo, que terminó por dar forma a nuestra actualidad. Para profundizar un poco más, podemos echar un vistazo a los mayores cambios que se originaron a causa de la tragedia del 11 de septiembre.
Los controles de seguridad en aeropuertos pasan al gobierno y todo comienza a cambiar
Uno de los primeros cambios que llegó para Estados Unidos fue la creación de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA). Se trata básicamente de un organismo público desarrollado a toda prisa durante el propio 2001. Después de su presentación, todas las actividades aéreas en el territorio estarían reguladas por ese ente –algo que antes era descentralizado y propio de cada aeropuerto–.
Como si fuera poco, la creación del TSA no fue la única novedad durante la administración de Bush. Adicionalmente, también se crearon el Journal Security y el ICE, que es una rama enteramente investigativa del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
Asimismo, según recordó el Dr. Vicente Sánchez, para Colef.mx, se reformaron las entidades de seguridad fronteriza. Un proceso que inició con un rápido cierre de fronteras al mundo luego del ataque y que cambió para siempre las relaciones y cuidados que los países tendrían con referencia a los viajes internacionales.
Todo lo anterior trae también un cambio sustancial en la seguridad de los aeropuertos. Debido a eso, para finales del 2002 ya se habían sumado 56 mil nuevos guardias para reforzar a los 16.200 que antes había. Encima de todo, también la TSA se encargó de sumar unos 65 mil agentes federales nuevos para fortalecer las nuevas políticas de ‘safety’ (seguridad en las operaciones) y ‘security’ (seguridad física) en los Estados Unidos.
‘Safety and Security’
Como una consecuencia de los atentados a las torres gemelas, los controles de todos los aeropuertos se potenciaron, aunque aún no eran tan estrictos como en la actualidad. Para su momento, principalmente se hizo obligatoria la revisión del todo el equipaje de bodega además de la la identificación detallada de cada paquete que viaja.
Adicionalmente, se comenzó a entrenar a más militares para montar en vuelo. Todo mientras se empezó a trabajar con bases de datos cruzadas con el FBI, de forma que el organismo de seguridad pudiera detectar a cualquier posible sospechoso desde que entrara al aeropuerto.
Además de lo anterior, también se fortalecieron los controles fronterizos. Por ejemplo, los estadounidenses –que antes no requerían de pasaporte para volver a su país– empezaron a necesitarlo. Del otro lado de la moneda, los visados se hicieron más estrictos y difíciles de conseguir.
Por otra parte, un incidente poco después de los atentados del 2001 terminó siendo el disparador de otra de las medidas más comunes en los aeropuertos actuales. Básicamente, se dio cuando en un vuelo de American Airlines París-Miami descubrieron que el pasajero del asiento 29H llevaba explosivos escondidos en los zapatos.
De no haber sido por la acción rápida de los propios pasajeros, la situación podría haber sido otra tragedia que sumar a la historia. Después de ese evento, los aeropuertos comenzaron a inspeccionar todos los zapatos abultados que, de uno u otro modo, podrían convertirse en una amenaza.
Llega la era de la prevención y atención al detalle
Otro de los cambios más claros que los atentados de las torres gemelas trajeron hasta la actualidad fue la reforma de las normativas concernientes al viaje en avión. Las indicaciones que antes eran vagas comenzaron a describir punto por punto todos los objetos que no se podían transportar en los aviones.
Además de eso, también se fortalecen los protocolos de revisión, para asegurarse de que ningún objeto prohibido pueda ser transportado. De allí que, entre el 2001 y el 2003 la TSA recolectara más de 4,8 millones de objetos prohibidos a bordo de los aviones.
En el caso de la prohibición de los líquidos, debemos saltar un poco más adelante en el tiempo, al año 2006. En ese entonces, un grupo de 24 terroristas intentó pasar explosivos líquidos para hacer estallar varios aviones del Reino Unido. Después de descubrir ese incidente, no se dudó en formar normativas más estrictas para el transporte de líquidos.
Al final, esas medidas trajeron un poco más de seguridad para los pasajeros, pero también les causaron muchas más molestias. De ellas surgió la necesidad de llegar hasta 2 horas antes del momento del vuelo y las largas líneas de espera para la revisión del equipaje. Motivo por el cual, en los primeros tres años de vida de las nuevas medidas, el turismo en Estados Unidos mermó considerablemente.
Extra: ¿Un remedio peor que la enfermedad?
Para todos los cambios en tierra que llegaron con los atentados a las torres gemelas, la seguridad dentro de los aviones no cambió significativamente. De hecho, la única gran modificación fue el aislamiento de la cabina del piloto, que ahora en todos los aviones está reforzada y es a prueba de balas.
Lastimosamente, esa medida de prevención terminó siendo lo que dejó que el vuelo de Germanwings durante el verano de 2015 terminara estrellándose debido a las acciones del piloto que se atrincheró en la cabina. Su compañero, aislado fuera de ella, no pudo hacer nada para detenerlo.
A pesar de ese desafortunado incidente, los controles de seguridad aéreos no fueron un cambio que solo se aplicó en Estados Unidos. De hecho, en otras partes del mundo, como en los países que conformaban a la Unión Europea (UE) en el 2003 también se adoptaron medidas más estrictas de forma preventiva.
Como resultado, los aeropuertos de la actualidad en todo el mundo funcionan con medidas que empezaron a derivarse de los atentados contra las torres gemelas. Un hecho histórico que permanece en nuestras mentes como un constante recordatorio de por qué es importante fortalecer la seguridad aérea y nunca bajar la guardia.