¿Por qué se dispara el precio de la electricidad en Europa?
Por RFI
En vísperas de la temporada de frío, la factura energética se dispara en todo el continente europeo. Una gran preocupación en el horizonte de los hogares, las empresas y los gobiernos. Las tensiones en el mercado del gas, la recuperación económica y factores climáticos son alguno de los responsables del alza de los precios.
Por Dominique Baillard
En España, el precio de la electricidad se ha triplicado en seis meses. En Italia, la factura subió un 20% en el segundo trimestre, y podría aumentar otro 40% en octubre, advierte el Ministro de Transición Ecológica. En Francia, en el mercado al contado, donde las empresas energéticas compran la electricidad para su entrega inmediata, el precio del megavatio-hora se dispara: a principios de septiembre valía 100 euros; el miércoles 15 de septiembre, casi el doble, 197 euros. El incendio que destruyó uno de los cables utilizados para exportar electricidad entre Francia y el Reino Unido provocó un nuevo pico. Esto es un verdadero desastre para los británicos, ya que dependen en gran medida de las importaciones para su consumo diario, y Francia, gracias a su flota nuclear, es su mayor proveedor. La reparación tardará al menos 15 días. Se temen cortes de electricidad en los próximos días para los vecinos del otro lado del Canal.
¿A qué se debe este repentino aumento del precio de la electricidad?
Se debe principalmente a las tensiones en el mercado del gas natural. Este hidrocarburo, más limpio que el carbón, es cada vez más popular para compensar el déficit de energías renovables y se utiliza para alimentar muchas centrales eléctricas en Europa. La falta de viento en España y el Reino Unido este verano ha provocado un descenso de la producción de aerogeneradores y, por tanto, un fuerte aumento de la demanda de gas en estos dos países en particular. Los exportadores tienen dificultades para satisfacer esta demanda, ya que el gas se compra allí donde la economía se recupera, y los clientes asiáticos se hacen con cargamentos de gas natural licuado (GNL). Y tanto los rusos como los noruegos, los dos principales proveedores de los europeos, han restringido sus entregas en los últimos meses por motivos internos, por lo que las existencias europeas están en su punto más bajo en vísperas de la temporada de frío.
Con la crisis de Covid-19 apenas superada, ¿podría esta subida de los precios del gas y la electricidad poner en peligro la recuperación?
Los analistas de Goldman Sachs advierten que los industriales están expuestos a los cortes de electricidad este invierno. A los gobiernos les preocupa que el aumento de la factura energética alimente la inflación y erosione el poder adquisitivo de los hogares. En España, donde la mitad de los hogares se han acogido a un contrato de energía a precio libre, la subida ha provocado una crisis política, y el presidente del Gobierno está haciendo una serie de gestos para bajar la factura. En Italia, Mario Draghi también prevé una prórroga para apoyar a los hogares. En Francia, donde el precio de la electricidad está regulado, podría subir un 10% en febrero, es decir, en plena campaña electoral. De ahí el aumento del bono energético anunciado ayer por el Ministerio de Financia de Francia para ayudar a los más modestos.
El gobierno polaco acusa al mercado del carbono de haber alimentado esta inflación eléctrica
Es cierto que el precio del carbono ha subido y que es un componente del precio de la electricidad, pero su subida no es el factor determinante. Sin embargo, la confusión del plan climático europeo con la subida de los precios de la electricidad es un riesgo político real. Para evitar una reacción pública contra la transición energética, como el movimiento de los Chalecos Amarillos en Francia, desencadenado por una subida de los impuestos ecológicos sobre el combustible hace tres años, los políticos tendrán que educar, explicar que la transición tiene un coste y decidir quién lo asumirá. Pero, de momento, prefieren insistir en los efectos positivos de esta transición.