Científicos revelan quién censuró las cartas de María Antonieta
En víspera de la revolución francesa, María Antonieta de Austria, reina de Francia y de Navarra, mantuvo una copiosa correspondencia con su confidente y supuesto amante, el conde sueco Axel von Fersen. Después de morir en la guillotina, su familia conservó unas 50 cartas que aún sobreviven en los Archivos Nacionales de Francia. Sin embargo, hasta ahora, no se sabía lo que decían 15 de ellas.
Despúes de algunos intentos fallidos por determinar lo que decían las palabras bajo los garabatos, una científica ha logrado esclarecer el misterio. Gracias a la tecnología de rayos X ahora es posible leer el contenido de las cartas censuradas de María Antonieta. Además, también se ha identificado al autor de los garabatos que cubrieron sus palabras: el mismo von Fersen.
Comunicación secreta en vísperas de la revolución francesa
Los personajes se conocieron en el Palacio de Versalles en 1774 y mantuvieron una relación muy estrecha durante los años siguientes; tanto que el conde la ayudó a organizar el intento de fuga de la familia real francesa en los caldeados años que precedieron la revolución francesa. Con base en ello y las numerosas cartas, muchos aún sostienen que fueron amantes.
La huida de Varennes, como se denominó a este intento, fue un rotundo fracaso y marcó el destino de Madame Déficit. Después de ello, María Antonieta y su esposo, el rey Luis XVI, fueron custodiados, pero esto no impidió a la reina comunicarse con su amigo entre 1791 y 1792.
Su complicidad era algo envidiable. El conde hizo copias personales de las cartas, que obviamente eran clandestinas. Sin embargo, después de la decapitación de la reina y antes de que llegaran a los Archivos Nacionales de Francia, alguien censuró algunos pasajes de 15 de estas cartas. Sobre ellos colocaron garabatos en forma de remolinos con tinta oscura que cubrieron las palabras originales.
Garabatos en tinta que censuran el contenido de las cartas
Hace 30 años, los historiadores intentaron descifrar lo que decían estos turbios pasajes, pero la superposición con las letras lo hizo imposible. Pero en un nuevo esfuerzo iniciado en 2014, la analista de materiales Anne Michelin, asumió el gran reto.
Al igual que los otros investigadores, Michelin exploró diferentes opciones hasta llegar a una técnica llamada espectroscopia de fluorescencia de rayos X. Como indica su nombre, esta usa los rayos X para analizar la composición elemental de una muestra sin causar daños. En este caso, el objetivo era la tinta original de las cartas y la usada para censurarlas.
La técnica sirvió inicialmente para aislar y mapear diferentes elementos en la tinta; entre ellos, el cobre, el hierro y el zinc. Luego, separaron la tinta con la que se escribió el texto original y la tinta que se usó para garabatear. La tarea no fue sencilla ya que la composición de las tintas era bastante similar, por lo que tuvieron que ser aún más minuciosos y estudiar incluso la proporción de sus componentes.
Esto es lo que decían las cartas censuradas de la reina María Antonieta
Las revelaciones son mayoritariamente sentimentales. Algunos pasajes se traducen como “hizo feliz mi corazón”, “no sin ti” y “que te amo”. Esto contrasta bastante con las líneas dedicadas a política y eventos mundiales, que no estaban censurados.
Pero, ¿quién fue la o el autor de los garabatos? Todo indica que el mismo von Fersen. Cuando el conde hizo sus copias de las cartas censuradas de María Antonieta, usó tintas más nuevas. Esta fue la pista que necesitaron los investigadores para desentrañar el misterio: probablemente fue esta misma tinta la que usó para plasmar los garabatos sobre los pasajes.
La composición de estas tintas coincidía estrechamente, por lo que la conclusión es que fue von Fersen quién censuró las cartas. Las razones no están claras, pero podemos intuirlas: proteger el honor de la reina, incluso después de su condena. A pesar de ello, los investigadores creen que esta no es evidencia concluyente de que realmente tuvieran una relación secreta ya que siempre ha estado claro que se apreciaban.