Reunión virtual entre Joe Biden y Xi Jinping se salda con advertencias mutuas

Por Lucia Valentin /RFI

Grandes sonrisas, tono cordial y enormes diferencias de fondo. Más de tres horas y media duró la conversación entre el presidente Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping, donde cada uno reafirmó su posición. El encuentro virtual entre los dos hombres más poderosos del mundo acabó con dos comunicados separados, que en el fondo se asemejan a dos grandes listas de agravios, de uno y otro lado.

El tema que más tiempo ocupó en la reunión virtual fue Taiwán, la isla autogobernada que China considera parte de su territorio y que se ha convertido en el asunto más espinoso en la relación entre ambas potencias. A Pekín no le gustó nada que la Casa Blanca propusiera en octubre ayuda militar a Taiwán si China la atacaba, rompiendo así con la tradicional posición estadounidense.  

“Las autoridades taiwanesas han intentado muchas veces apoyarse en Estados Unidos para su independencia (…) Algunas personas en Estados Unidos intentan ‘usar a Taiwán para controlar a China'”, dijo según la agencia estatal Xinhua. “Esa tendencia es muy peligrosa y es como jugar con fuego, y quienes juegan con fuego se queman”, añadió. 

Xi Jin Ping dejó claro ayer que cualquier reconocimiento formal de la independencia de Taiwán dará lugar a “medidas contundentes”. 

Biden planteó la preocupación estadounidense acerca de la situación de los derechos humanos, en particular en el Xinjiang de la minoría musulmana uigur, en Tíbet y en Hong Kong. También reiteró la acusación contra Pekín de prácticas económicas y comerciales desleales.  

Los mandatarios acordaron colaborar en cuestiones como la energía y el cambio climático, y evocaron conflictos internacionales como Irán, Afganistán o Corea del Norte.  

La Casa Blanca no había anticipado grandes cambios tras la cumbre, en la que confiaban seguir asentando las bases de una relación que provoca repercusiones en todo el mundo. Dirigiéndose a Xi a través de la pantalla, Biden dijo que su “responsabilidad como líderes de China y Estados Unidos era asegurar que la competencia entre los dos países no se transforme en un conflicto intencionado o no”. “Necesitamos establecer salvaguardas de sentido común”, añadió.  

Desde Pekín, el presidente chino se mostró feliz de ver a “su viejo amigo” y subrayó también en su discurso inicial que ambas potencias “deben mejorar su comunicación y cooperación”. Esta videoconferencia es la tercera conversación directa entre los dos líderes desde la llegada de Biden a la Casa Blanca en enero. 

 

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