Sonda espacial Parker toca el sol por primera vez en la historia

El astro central de nuestro sistema solar ha existido por millones de años como una estrella inalcanzable. Capaz sólo de ser observada más no tocada, o al menos, hasta hace pocos días.  Pero ahora, gracias a la sonda solar Parker de la NASA, la historia es distinta. 

Esto debido al logró de esta pequeña nave, la cual se abalanzó el pasado 28 de abril de 2021 sobre la atmósfera superior del Sol y entró en contacto con su corona. Convirtiéndose en la primera “nave espacial” en entrar en alcanzar la superficie solar y analizar sus propiedades.

La sonda Parker, una nave particular

Imagen de la estructura de la sonda Parker | Créditos: La NASA

La sonda Parker, también llamada por su correlativo inglés “Parker Solar Probe”, es una nave producida y patentada por la NASA. Para aquellos que no estén al día con la terminología, una sonda espacial es un dispositivo de inteligencia artificial que se envía al espacio con el fin de estudiar cuerpos celestes como planetas, asteroides o cometas. 

El viaje de esta pequeña nave inició en 2018, cuando fue enviada al espacio para sondear la corona solar. Los investigadores estimaron que el llegar a la superficie del Sol le tomaría unos siete años y alrededor de 26 aproximaciones cercanas o perihelio. Pero, para su sorpresa, durante su octavo perihelio la sonda Parker ya había logrado alcanzar la corona.

Aunque si somos precisos, la sonda Parker en realidad no aterrizó en la corona sino que voló a través de la atmósfera superior del Sol. No por miedo a que el blindaje térmico de la nave no fuera capaz de soportar las altas temperaturas del astro, sino porque quería realizar mediciones in situ de su superficie.

El Sol tiene muchas cosas que decirnos

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Vía Pixabay

En sus casi cinco horas dentro de la atmósfera solar, la sonda Parker midió tanto las fluctuaciones en el campo magnético del Sol como sus partículas. Un proceso de observación que aunque nos pueda parecer algo corto, le reportó a Nour Raouafi y su grupo de científicos los datos suficientes para postular las siguientes teorías:

  • El Sol no tiene una superficie sólida. Lo que llamamos la “superficie” del Sol, en realidad es un compuesto de plasma celular de convección turbulenta, que origina vientos solares debido a la fricción magnética.
  • La superficie crítica de Alfvén es de aproximadamente 20 radios solares. Anteriormente, esta superficie se utilizaba como límite para medir el diámetro del Sol, pero se desconocía su diámetro real hasta que la sonda Parker entró en contacto con ella.
  • La superficie solar posee estructuras magnéticas conocidas como pseudostreamer. Los datos sugieren que estas son las responsables del mantenimiento de la estructura del Sol. Esto debido a que, dentro de ellas, las condiciones solares eran más tranquilas que en la atmósfera circundante.
  • Los retrocesos solares se producen por parches en la superficie solar. Los “retrocesos” son cambios en la corriente de los vientos solares. En 2019 se había estudiado su recurrencia, pero no fue hasta la llegada de la sonda Parker que se determinó que tiene su origen se hallaba en los procesos químicos solares.
 

Además, gracias a los dispositivos ópticos, la nave también nos proporcionó imágenes más detalladas de la superficie solar y de los elementos que la componen, los cuales normalmente solo se ven desde la Tierra durante un eclipse. Como es el caso de las “serpentinas coronales”. 

Un pequeño paso para la sonda Parker, pero un gran paso para la ciencia

Las observaciones científicas siempre han vuelto su mirada al astro rey y lo que ocurría a su alrededor. Sin embargo, el hecho de que la sonda Parker tocara el Sol evidencia que la humanidad está cada vez más cerca de descubrir los misterios del universo, que antes solo se suponían con base en las estimaciones externas. 

Este hito no solo nos proporciona conocimientos más profundos sobre la evolución de nuestro Sol y sus impactos en nuestro Sistema Solar, sino que todo lo que aprendemos sobre nuestra propia estrella también nos enseña más sobre las estrellas en el resto del Universo”  

Thomas Zurbuchen, astrofísico del Proyecto Parker

Todavía existen muchos enigmas por revelar en relación al Sol, pero al menos ahora con la sonda Parker podemos asegurar que obtendremos esa información en cuestión de tiempo.

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