“Blood Eagle”, el ritual vikingo que es anatómicamente posible
Los vikingos se han asociado durante años a la violencia y la desmesura. Posiblemente, debido a las malas prácticas que ejecutaron a lo largo de sus incursiones por Europa. O quizás, por la representación mediática que se ha hecho a sus rituales, concretamente al “Blood Eagle”. Un ritual del no existen registros, pero que aparece recurrentemente en series como Vikings o Midsommar.
Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Keele plantea que la práctica de este ritual habría sido posible para los vikingos en su época, ya que contaban con la aptitud física y la mental necesarias para llevarla a cabo.
¿Una leyenda o un ritual vikingo?
El Blood Eagle o “Águila de Sangre”, si lo traducimos directamente del inglés, era un ritual sangriento que, supuestamente, implicaba tallar la espalda de la víctima para extraer los pulmones. El aleteo que producían estos órganos al ser extraídos a través de las costillas emulaba al movimiento de las alas de un pájaro, por lo que los vikingos tomaron esto como metáfora y lo incorporaron a su nombre.
De acuerdo a Luke Murphy, uno de los investigadores del estudio, se cree que este ritual estaba dirigido a sus enemigos más odiados, quienes se interponían constantemente en el proceso de conquista. Sin embargo esto es solo una “posible interpretación del ritual”, pues los vikingos no mantuvieron ningún registro escrito que pudiera ser utilizado para interpretar sus costumbres.
Algo que, aunado a la falta de restos arqueológicos que sirvieran como evidencia de esta práctica, obstaculizó la verificación científica del rito. Al menos hasta la llegada del equipo de Keele, quienes utilizando un nuevo enfoque centrado en la anatomía y no tanto en la arqueología, lograron determinar que “el procedimiento en sí sería difícil, pero no imposible de realizar con la tecnología de la época”.
Arma y procedimiento
Sospechamos que un tipo particular de punta de lanza vikinga podría haberse utilizado como una herramienta improvisada para “desabrochar” la caja torácica rápidamente desde la parte posterior”.
Heidi Fuller, profesora en la Universidad de Keele
El arma usada para este ritual en cuestión habría sido mucho más grande y pesada que las posibles lanzas utilizadas por los vikingos en batalla. Esto debido a que necesitaba penetrar la columna vertebral de la víctima, cortar sus costillas e infringir el mayor dolor posible en el proceso.
Murphy y compañía creen que esta arma, además, se encuentra representada en un monumento de piedra encontrado años atrás en la isla sueca de Gotland. Concretamente en la primera sección de este monolito, en donde se muestra lo que podría haber sido un ritual Blood Eagle u otra ejecución parecida.
Blood Eagle… ¿Posible o imposible?
Existen muchas evidencias que sugieren que esta práctica podría haberse llevado a cabo en la era vikinga, según Murphy. En primer lugar, la élite guerrera vikinga estaba obsesionada con su reputación, por lo que no desaprovechaban la oportunidad de realizar ejecuciones espectaculares con cadáveres humanos y animales.
“Nuestro estudio examinó específicamente los llamados “entierros desviados”, como el esqueleto de una mujer noble bien vestida que fue decapitada en Birka del siglo X. Posteriormente enterrada con los restos de su cabeza metidos entre su brazo y su torso. Su mandíbula faltante, reemplazada por una mandíbula de cerdo”.
Luke Murphy, investigador de la Universidad de Islandia
De igual forma, en las sagas medievales que hacen alusión a los vikingos, también se describen algunos de estos “asesinatos desencadenantes”. Entre los que se incluyen a víctimas arrojadas a un pozo de serpientes, quemadas hasta morir o apuñaladas en repetidas ocasiones.
En este sentido, el Blood Eagle es posible que hubiera sido el ritual vikingo más extremo para la época, como es posible que no. Pues realizar rituales con cadáveres mutilados era algo inusual en su cultura. Además de que cualquier intento de remodelar las costillas en “alas” se habría realizado en un cadáver, por lo que el “aleteo” de los pulmones que sugieren, no podría haber sucedido.
Lo que podemos concluir, al menos hasta que se encuentren más evidencias de este ritual, es que el “Blood Eagle” era físicamente posible, e iba en consonancia con los hábitos sociales de ejecución de los vikingos. Más aún, para muchos científicos, seguirá siendo una leyenda mediática.