Varias personalidades en un solo cuerpo: ¿Qué es el trastorno de identidad disociativo?
¿Alguna vez has experimentado un cambio repentino de personalidad, o te has sentido en trance dentro de tu propio cuerpo? Aunque pueda parecer un argumento sacado de cualquier película, esta condición es tan real como la vida misma y se conoce como trastorno de personalidad múltiple.
De hecho, en 2006 fue detectado en más del 5% de la población, y en el 41.4% en pacientes psiquiátricos . Asique si aún no conoces de qué va este trastorno de personalidad, actualmente llamado trastorno de identidad disociativo (TID), te lo explicamos.
¿Qué significa trastorno de personalidad múltiple?
El trastorno de personalidad múltiple, como se le conocía hace poco, es un desorden patológico que genera cambios en el “ego”, es decir, la consciencia que tienen las personas de su propia identidad. Lo que genera que la persona desarrolle dos o más personalidades distintas o “alter ego” que toman el control durante un tiempo.
La disociación es una desconexión entre los pensamientos, los recuerdos, los sentimientos, las acciones o el sentido de quién es una persona” Sidran Institute
Las características centrales del trastorno de personalidad, según el estudio del Departamento de Psiquiatría de Towson, son “múltiples”. Dependiendo del paciente pueden sufrir síntomas asociados con trastornos del estado de ánimo, como ansiedad o hiperactividad, hasta llegar a presentar conductas más somáticas como cambios en la alimentación, en la forma de vestir o en su rutina diaria.
Pero quizás lo más curioso en relación a esta patología es que, a menudo, estas personalidades son completamente diferentes entre sí. Cada una tiene su nombre, edad, género, vocabulario e historia definida, que nos suelen ser reconocidos por la identidad “primaria” de esa persona.
Es por ello que, aunque para nosotros nos pueda afectar en más de un sentido ver a un joven que de repente se comporta como una señora mayor, a él no le ha alterado en lo más mínimo.
Origen uno, causas múltiples
El primer caso de esta enfermedad fue detectado en 1791, cuando el médico alemán Eberhardt Gmelin trató con una paciente que, pese a ser alemana, podía hablar francés de forma fluida en ciertos momentos. Cuando se le consultó a la mujer si conocía el idioma está lo negó en alemán, no obstante, lo afirmó cuando francés. Lo que sugería que presentaba una personalidad secundaria que era desconocida para ella.
Aunque no existe una causa precisa que origine esta alteración en el ego, los psicólogos reconocen que el trauma suele ser la causa más recurrente entre los pacientes. Particularmente durante la infancia, debido a que es la etapa en la que el ego es más vulnerable, según refiere Jane Loevinger:
El bebé, está a merced del mundo que lo rodea y de sus propias necesidades. Realmente no tiene “ego” del que hablar hasta que comienza a diferenciarse de sus cuidadores y de las exigencias del entorno exterior”
Jane Loevinger
De modo que un niño que aprende a disociarse y cambiar su personalidad para soportar una experiencia traumática, puede utilizar este como un mecanismo múltiples veces a lo largo de la vida.
Estos traumas pueden estar bien relacionados a un abuso sexual y físico extremo o, en contraposición, a una pérdida emocional importante. Sin embargo, se han encontrado casos en los que este trastorno disociativo surge como reacción a episodios de estrés recurrentes.
¿Cómo saber si tengo un trastorno disociativo de personalidad?
Así como las personas con este trastorno pueden desarrollar de una a cien personalidades múltiples, las señales del trastorno pueden variar infinitamente.
La causa más evidente sería la de experimentar la sensación de tener dos o más personalidades diferentes o estar en un estado de trance. Pero, como vimos, este sentido de autopercepción no siempre es común para los afectados con este trastorno.
En ese caso, la psicoanalista Bethany Brand, explica que se deben tomar factores más ambiguos en consideración. Por ejemplo, si presentan episodios de pérdida de memoria frecuentes, ansiedad, cambios de humor que tienden a la agresividad, alteraciones del sueño o si han empezado a hacer cosas inusuales.
Cuando estas otras personalidades toman el control, a menudo hablan con un vocabulario diferente, y los gestos también difieren. En algunos casos, una personalidad también puede adquirir ciertos hábitos que la otra no presenta”
Yvette Brazier, investigadora del Medical News Today
¿Existe cura para las múltiples personalidades?
Al igual que con muchos otros trastornos que afectan a la mente, no existe una cura directa para el trastorno disociativo. Lo que se sugiere en estos casos es la psicoterapia, es decir, conversar con los pacientes afectados por múltiples personalidades para aclararles los factores que generan estos alter egos y ayudarlos a integrarlos en su día a día.
Sin embargo, para poder “atacar” esta patología, primero debe ser diagnosticada por algún especialista en Psicología o Psicoanálisis. Algo que requiere tiempo, según el psicólogo Alex Kleinya, ya que se necesita observar el progreso de los síntomas para descartar que se trate de otra afección.
Terapias de relajación
Para complementar el tratamiento psicoterapéutico, los expertos recomiendan utilizar otras técnicas de relajación fuera de consulta. Entre las más recomendadas por destacan la:
- Terapia del arte, la cual ayuda al paciente a liberar sus emociones a través de sesiones de arte controladas.
- Terapia del movimiento, la cual consiste en utilizar el movimiento como vía para estimular las respuestas espontáneas.
Los expertos advierten que este tipo de patología por “personalidades múltiples” requiere de una constante revisión y tratamiento. Ya que afecta la salud mental del paciente en muchos sentidos y puede incidir en otros trastornos psicopatológicos como el trastorno límite de la personalidad, la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y potenciarlos.
Casos más impactantes de trastornos de personalidad múltiple
Puede que el trastorno de personalidad múltiple aún te resulte una patología extraña, sacada de cualquier película de Hollywood. Pero lo cierto es que es más frecuente de lo que parece y a lo largo de la historia nos hemos topado con más de una persona que parece actuar diferente de acuerdo al entorno en donde se encuentre. ¿No nos creen? Aquí les traemos cinco casos que lo demuestran.
Mary Reynolds: una personalidad conocida y otra desconocida
No fue actriz pero se hizo famosa en 1816 cuando se trasladó de Inglaterra a Estados Unidos. La razón de esto es que durante 6 semanas de su vida experimentó un estado de ceguera y sordera total que la hizo cambiar su personalidad completamente. Pasando de ser una joven tímida a una bromista sin remedio incapaz de reconocer a su familia.
Un trastorno de personalidad que, según explicó Samuel Lotham Mitchell en su estudio, no resultó importante hasta que inició el “swirtch” múltiple entre sus personalidad tímida y su personalidad extrovertida, que se mantuvo durante quince años.
Felida X: dos personalidades opuestas
Felida era también una joven tímida que pasó a ser el tercer caso detectado de trastorno de personalidad múltiple. Ello debido a que, en ocasiones, tenía una personalidad vivaz que se burlaba de su propia timidez. Cuando los psicoanalistas del siglo XIX detectaron su patología, ya era demasiado tarde: su personalidad secundaria vivaz había absorbido por completo a la primera.
Miss Beauchamp: cuatro personalidades curiosas
Beauchamp era una mujer joven que llegó un día a la consulta del Psicólogo Morton Price expresando que sentía cansancio constantemente y sin justificación aparente. Morton le hizo preguntas a conciencia sobre si presentaba algún tipo de trastorno, pero al ver que no había datos satisfactorios procedió a tratar su subconsciente a través de la hipnosis.
En el momento en que la joven entró en trance su trastorno de personalidad múltiple salió a la luz. Morton encontró una segunda personalidad que le comentó cuánto odiaba su trabajo, y al poco tiempo, una tercera y hasta una cuarta que presentaban tendencias coléricas. Caso que pasó directamente a los libros de historia y de psicología.
Doris Fisher: cinco personalidades agresivas
Quizás el caso más sonado de trastorno de personalidad múltiple fue el de esta jóven mujer en 1971, quien presentaba un total de cinco personalidades diferentes. Todas ellas tenían interacción entre sí menos la primaria, la cual solo se manifestaba durante cinco minutos al día. Esto, entre muchas razones, porque el resto de personalidades la autolesionaba para que no pudiera salir.
Un caso que resultó ser la inspiración de la primera película sobre este trastorno, Sybil. Así como el sustento de muchas otras películas como El cisne negro o Psicosis, quienes seguían esta línea filmográfica.
Louis Vivet: diez personalidades únicas
Fue una de las primeras personas en ser diagnosticadas oficialmente con trastorno de personalidad múltiple en 1863. Esto debido a que, con 17 años, fue enviado al psiquiátrico para tratar un posible trauma por mordedura de serpiente que le estaba generando episodios de pánico. Sin embargo, al llegar a la consulta era una persona completamente diferente: tranquila y alegre.
Cuando el doctor trató su subconsciente con hipnosis, descubrió que el joven tenía 10 personalidades diferentes, cada una con sus rasgos e historia. Un caso que no solo fue plasmado en los libros de historia, sino también en los de literatura. Siendo la inspiración para la reconocida novela de Robert Louis Stevenson sobre trastorno de la personalidad, Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Bonus: Herschel Walker
Después de ver tantos casos de años atrás no viene mal recordar uno actual. Herschel es un reconocido jugador de fútbol americano, quien de pequeño fue humillado por su tartamudez.
Poco después de retirarse de los campos, fue diagnosticado con trastorno de personalidad múltiple, pues había notado que estaba actuando de la misma forma “agresiva” que lo hacía en el campo de fútbol, pero en casa con su familia.