Comer maní puede ayudar a mejorar nuestra memoria
Todos sabemos que el maní es uno de los alimentos más deliciosos y nutritivos que existe. Reconocido por algunos como un fruto seco, y por otros como una legumbre de vaina similar al guisante. Pero, aún cuando su clasificación puede resultar un misterio, lo que no es para nada enigmático es la capacidad del maní para brindarnos una protección completa a nuestra memoria.
Un pequeño alimento con grandes propiedades
Si vemos la información nutricional de una bolsa de maníes seguro lo primero que notaremos es que contiene una amplia gama de minerales tales como el hierro, el níquel, el zinc y el magnesio.
Estas sustancias están involucradas en la comunicación neuronal y los procesos de sinapsis del cerebro, ya que las neuronas necesitan proteínas para poder funcionar. Por este motivo, comer maní puede ayudar a que nuestro cerebro se mantenga oxigenado y activo.
Pero no solo eso, el maní también posee Vitamina B, Vitamina E y ácido fólico, es decir, componentes grasos y antioxidantes que aportan energía al cerebro. Son muchos los estudios científicos que afirman que una deficiencia del grupo vitamínico B, por ejemplo, puede generar demencia prematura. En consecuencia, el maní se vuelve entonces un aliado fundamental para nuestra memoria.
El maní esta unido a nuestra memoria desde la raíz
El consumo de maní está plenamente relacionado con el funcionamiento de nuestro cerebro, ya que uno de los componentes principales de este alimento es una sustancia denominada “resveratrol”. Esta sustancia ayuda a elevar el flujo sanguíneo hasta en un 30%, lo que ayuda a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares graves.
Asimismo, esta sustancia puede también ayudar a mejorar otras capacidades cognitivas, tales como el lenguaje y las capacidades de razonamiento. Esto debido a que favorece la elasticidad de las arterias, lo que permite que los vasos sanguíneos puedan expandirse y realizar más procesos en simultáneo.
En este sentido, el maní puede agilizar nuestra memoria, que se ha demostrado que es propensa a tener lagunas cuando se presenta un episodio de estrés. Esto debido a que los altos índices de cortisol, la hormona del estrés, ejercen una presión intensa en los vasos sanguíneos, que obstaculiza la sinapsis.
Presión que podría reducirse rápidamente con el consumo de maní, dado a que su alto porcentaje vitamínico lo convierte en un relajante natural. No solo para los músculos del cerebro sino también para el corazón; es por ello que los expertos suelen aconsejar su consumo diario para tratar distintas patologías degenerativas.
Pero incluso el maní tienen su lado oscuro
Sin embargo, ningún alimento es infalible, pues de lo contrario no se aconsejaría tener un estilo de alimentación variado para estar saludable.
En cuanto al maní existen dos aspectos importantes a considerar antes de comenzar a consumirlo de manera diaria para tratar nuestra memoria:
- Determinar si se es alérgico al maní: Al igual que posee una gran cantidad de nutrientes y vitaminas, el maní es uno de los alimentos con más sustancias químicas reactivas. Por tanto, lo mejor es realizarse una prueba cutánea para descartar cualquier alergia o recurrir al consumo de otros superalimentos, como la nuez, que también es beneficiosa para el cerebro.
- Ser conscientes de la cantidad de calorías que comeremos a diario: Tan solo una cucharada de maní puede ofrecernos cerca de 170 calorías, lo que equivale a medio plato de papas fritas. Si bien estas calorías no dañan el corazón, se van acumulando como grasas en nuestro cuerpo.
Por tanto solo podemos decir que el maní es asombroso y es quizás el mejor aliado natural que tenemos los seres humanos para combatir la demencia, las cefaleas, y las infecciones neurológicas.