¿Comer plátanos podría contaminarte con radiación?
Todos los alimentos y organismos vivos contienen un elemento radiactivo llamado carbono-14. Este elemento es el responsable directo de que se produzcan los fósiles. También existen otros tipos de elementos químicos con radiación como el potasio, que está presente en los plátanos y que le aporta sus propiedades radiactivas.
Los plátanos contienen alrededor de 0.0117% de potasio 40. Por lo que comer solo uno nos expone a 0,1 microsieverts. Una cifra inofesiva para nuestro organismo.
Otros alimentos radiactivos
En nuestra dieta, podemos encontrar alimentos que poseen niveles radiactivos al igual que los plátanos. La nuez de Brasil es un tanto radiactiva al igual que otros alimentos como las habas, las carnes rojas, las patatas o las zanahorias.
Dichos alimentos poseen potasio y radio, ambos elementos radiactivos. Casi todos obtienen estos componentes del suelo, del agua o del mismo aire. En el caso del aire, la radiación proviene de la actividad cósmica o de sus componentes minerales que son radiactivos.
El potasio, presente en los plátanos y otros alimentos, es beneficioso para el ser humano pues interviene en reacciones bioquímicas importantes para el buen desarrollo de nuestro organismo. Pero al mismo tiempo hace que nuestro cuerpo se vuelva radiactivo. Sin embargo, el radio no aporta mayores beneficios como lo hace el potasio.
En cuanto a las nueces, estas poseen selenio que también posee radiactividad pero en bajos niveles. Algunas bebidas como la cerveza y el agua también son radiactivas. Del mismo modo la sal, que es radiactiva por el cloruro de potasio.
Además, cinetíficos han encontrado que ciertas especies de peces o mariscos contienen más radiación de la esperada. Debido a ello, animales y personas que los consumen podrían verse afectados por esta radiación.
También la mantequilla de cacahuete, muy popular en los Estados Unidos, es de los alimentos más radiactivos. Una mala noticia para los que gustan comer este dulce.
Objetos y lugares con radiactividad
Algunas fuentes radiactivas no provienen de fuentes naturales pero afectan de igual manera a nuestro organismo. Nuestros recursos naturales como el agua o la tierra han sido alterados por la incidencia civil y militar. Dos ejemplos de incidencia humana son Chernobyl o Fukushima, que alteraron los niveles de radiación existentes en la naturaleza y por ende repercutieron en la cadena alimentaria.
Sin embargo, todo el tiempo estamos siendo irradiados por lo que no deberíamos preocuparnos. La radiación proviene del espacio, del aire, del suelo y hasta de las paredes de nuestras casas. A este tipo de radiación se la conoce como radiación de fondo. Esta tiene un promedio de entre 0,1 y 0,2 μSv por hora.
Los lugares con más radiación no están vinculados con Chernobyl, sino que son más comunes de lo que pensamos. Estamos hablando de los aeropuertos, donde los escáneres de seguridad producen una dosis de 2 pátanos y medio. También podemos recibir radiación cuando los aviones están a su altura máxima. En estos casos podemos llegar a recibir 3 μSv por hora. Es por este motivo que los pilotos y miembros de la tripulación son más propensos a sufrir melanoma, pues están expuestos constantemente a la radiación.
Una radiografía podría causar el mismo efecto radiactivo que 50 plátanos. Cuando debemos hacernos placas de rayos X o las tomografías también nos estamos exponiendo a la radiación. Por ejemplo, una placa odontológica puede exponernos a una dosis de 5 μSv. Mientras una tomografía computarizada nos expone a 7.000 μSv.
Por otra parte, vivir cerca de una central nuclear, a unos 80 kilómetros, nos expondría a los mismos efectos que 0.9 plátanos. En cuanto a la radiación de Chernobyl, no posee ya tanta radiación como antes. Si estuviéramos cerca del reactor 4 podríamos recibir una dosis de radiación de 5 μSv por hora.
Asimismo, encontramos radiación en sectores como la industria petrolera o la industria siderúrgica. Pero, también en habitaciones con mala ventilación debido al radón presente en el aire. La radiación está en todos lados, en unos lugares más que en otros.