Experimento con oxitocina: ¿la “hormona del amor” puede convertir a leones feroces en adorables gatitos?

La oxitocina es conocida como la “hormona del amor” y para este estudio necesitaron rociar solo un poco sobre los leones para tranformarlos en tiernos gatitos.

Los científicos de este estudio llevan años estudiando los efectos de esta hormona en diferentes mamíferos. Esta vez les tocó a los leones africanos. Tras rociar oxitocina en la nariz de los leones descubrieron que los grandes felinos se volvieron mucho más amigables con sus vecinos. También se volvieron menos propensos a rugir a los extraños cuando se les administraba la llamada “hormona del amor”.

Los resultados de esta investigación traerán repercusiones pues podrían tener importantes beneficios para los esfuerzos de conservación. Se sabe que la expansión urbana obliga cada vez más a las manadas desconocidas a vivir juntas en reservas.

Cómo la hormona del amor puede modificar el comportamiento de los leones

Los leones, a diferencia de otros felinos, son más sociales y esto se debe a que ya vienen biológicamente preparados para serlo. Estos viven socialmente en manadas mientras ganan y defienden territorios preciados en la sabana africana. Dichos comportamientos los vuelve una especie interesante para probar los efectos de la oxitocina en ellos.

En los mamíferos, la oxitocina es la principal molécula que fortalece los lazos sociales. Además de hormona del amor, la oxitocina también es conocida como la “hormona del abrazo”. Esta surge dentro del cerebro de una madre cuando mira a los ojos de su recién nacido. Esa acción promueve sentimientos de bienestar y felicidad, mientras hace que el bebé quiera agarrarse al pecho de su madre.

Se han documentado efectos similares en otras especies, así como entre perros y sus dueños humanos. También se sabe que las parejas que experimentan problemas pueden beneficiarse de un mayor contacto visual, que libera oxitocina.

Los científicos de esta investigación trabajaron con oxitocina en una reserva de vida silvestre en Dinokeng, Sudáfrica, para probar los efectos de la hormona del amor en leones. Allí realizaron una prueba usando trozos de carne cruda para atraer a los leones a una cerca.

La hormona tuvo que rociarse directamente por la nariz para que viajara directamente al cerebro. Después del tratamiento, los 23 leones que recibieron oxitocina se volvieron más tolerantes con los demás leones con los que compartían espacio. 

Después de que los leones fueron tratados con oxitocina, los investigadores les dieron su juguete de calabaza favorito para jugar. Tras hacer eso, vieron que la distancia promedio entre ellos disminuyó. Para ser más exactos, de unos siete metros sin tratamiento a unos 3,5 metros después de administrar la oxitocina.

Oxitocina hormona del amor en leones.
Los científicos buscaban modificar el comportamiento de los leones con oxitocina. Vía Pixabay.

Beneficios de esta hormona

 

Luego de aplicar la oxitocina en los leones, no respondieron cuando se reprodujeron los rugidos grabados de intrusos desconocidos. Sin embargo no ocurrió lo mismo en un grupo de leones que no habían sido rociados con la hormona del amor.

En los que recibieron el tratamiento con la hormona, se redujo la hostilidad hacia los extraños. Para los científicos, este fue un hallazgo alentador. Se sabe que la oxitocina tiene un lado oscuro en los humanos. Por un lado, promueve sentimientos positivos en los miembros de un grupo, pero por otro puede aumentar la rivalidad con los extraños.

En mamíferos como los leones, el tratamiento podría ser útil en varios escenarios. Primero, podría ayudar a unir leones desconocidos rescatados de situaciones abusivas, como circos o zoológicos en zonas de guerra, que luego son colocados en santuarios.

En segundo lugar, a medida que las ciudades de África se expanden e invaden el territorio de los leones, los conservacionistas se ven obligados a transportar a los felinos a reservas privadas donde se albergan manadas desconocidas, y la oxitocina podría ayudar a prevenir conflictos.

También podría ayudar a las reubicaciones en la naturaleza, ayudando a los leones a inclinarse más a su nuevo entorno social. La oxitocina podría hacer a los leones más curiosos y menos temerosos, lo que lleva a una vinculación más exitosa.

Uno de los temores es que los operadores sin escrúpulos podrían intentar usar el químico para ayudar a administrar zoológicos que promueven las caricias de cachorros, muy criticados por los defensores del bienestar animal. Pero los investigadores esperan que sus hallazgos ayuden más de lo que hagan daño.

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