Estudio descubre que poseer armas de fuego en los hogares aumenta el riesgo de muerte en las personas
En Estados Unidos, muchas personas poseen armas de fuegos a modo de protección. Sin embargo, un estudio encontró que la mayoría de estas personas tienen mayor riesgo de muerte que las que no tienen armas de fuego en sus hogares.
En la investigación se evidenció que las personas que viven con propietarios de armas de fuego son asesinadas a tiros a un ritmo mayor que aquellos que no tienen ese tipo de armas en casa.
¿Vivir con armas de fuego en casa aumenta el riesgo de muerte?
Los autores del estudio no encontraron evidencias de que las armas ofrezcan protección alguna. La investigación se centró en 600 000 californianos que no tenían armas pero que comenzaron a vivir en hogares con alguna entre octubre de 2004 y diciembre de 2016. En algunos de esos casos empezaron a vivir con alguien que tenía un arma o alguien en su hogar compró una.
Estos investigadores descubrieron que el riesgo de vivir con portadores de armas de fuego era pequeño, pues las tasas de homicidio son bajas. Sin embargo resulta importante destacar que el riesgo de muerte continúa latente en los hogares donde hay armas de fuego.
Para el estudio, los investigadores hicieron un cálculo en el que tomaron como base unas 100 000 personas en esa situación. De estas personas, 12 podrían ser víctimas mortales por consecuencia del accionar de un arma de fuego en el lapso de 5 años. En comparación, 8 de cada 100 000 personas que viven en lugares sin armas podrían ser asesinadas de esa forma en el mismo lapso.
Las cifras muestran que el riesgo aumenta en un 50 %, pero los investigadores afirman que este en realidad es mucho más alto. En un cálculo alternativo los autores evaluaron otros factores como el lugar donde vive la gente. Según ellos, el riesgo se duplica según el entorno y los demás factores subyacentes.

Riesgo mayor en mujeres
Los investigadores también encontraron que las personas que vivían con propietarios de armas de fuego tenían una tasa mucho más alta de recibir un disparo mortal por parte de su cónyuge o pareja íntima. El 84% de esas víctimas eran mujeres.
La convivencia con propietarios de armas de fuego aumenta el riesgo de morir a tiros en un incidente de violencia doméstica. Y en este punto cabe destacar que el arma no proporciona ninguna protección contra ser asesinado en casa por un extraño.
Los investigadores comprobaron que las personas que vivían con dueños de armas de fuego no experimentaron ataques tan fatales por parte de extraños. En comparación con sus vecinos en hogares libres de armas. En el estudio se observó que las muertes de extraños en el hogar eran “una pequeña minoría” del total de la cifra de homicidios.
Además, en el estudio evaluaron solo el riesgo de homicidio. Los investigadores no tuvieron en cuenta las posibilidades de ser víctima de otras formas viviendo con portadores de armas. Por ejemplo, ser víctimas de un asalto no fatal, invasión de la casa o robo de propiedad.
El caso particular de California
California ofrece información que no se puede obtener en casi ningún otro estado. Esto permitió a los investigadores seguir a millones de personas durante muchos años. La intención de ellos era conocer qué sucedía cuando una persona empezaba a vivir en una casa con armas de fuego.
Los autores del estudio reconocieron que tuvieron varios inconvenientes cuando realizaban la investigación pero eso no los detuvo. A pesar de todo, muchos de sus colegas destacaron la labor que realizó el equipo de investigación. Tal es así que algunos expertos consideran que es la investigación más grande de su tipo.
Aunque el estudio solo se enfocó en California, el riesgo probablemente sea aún mayor en los estados con leyes de armas menos estrictas.
Muchos estudios demuestran que las armas de fuego en el hogar aumentan el riesgo de una muerte violenta. Varias de esas muertes podrían deberse al suicidio. Pero en el actual estudio los investigadores encontraron cifras que no esperaban relacionadas con asesinatos.
La principal razón por la que las personas compran armas de fuego es para protegerse de los extraños. Pero este estudio demostró que vivir en un hogar con armas de fuego es malo para las personas que habitan en él.