Hallan dos dinosaurios carnívoros que fueron ancestros del T-rex en Canadá y Uzbekistán
El Tiranosaurio rex es quizás el depredador Jurásico más conocido alrededor del mundo. En buena parte debido a las adaptaciones cinematográficas que ha protagonizado, pero también por sus curiosas características físicas, que lo hacen único frente al resto de dinosaurios. O al menos así era antes de descubrir a Thanatotheristes y Ulughbegsaurus, el dúo de dinosaurios que parecen ancestros del T-rex.
Dos dinosaurios carnívoros olvidados por la historia
Estas dos especies de dinosaurios fueron descubiertas en 2019 por los paleontólogos Jared Voris y Kohei Tanaka. Aunque más que “descubrir”, estos científicos en realidad analizaron la composición de los fósiles, pues sus restos ya habían sido encontrados una década antes en Canadá y Uzbekistán. Sin embargo, habían sido considerados simples muestras de rocas de la era Cretácica en el Museo Geológico de Uzbekistán.
Después de varios meses restaurándolas, fue que los paleontólogos se dieron cuenta de que estas “rocas” contenían dos fósiles de dinosaurios carnívoros nunca antes vistos. El primero, el tiranosaurio Thanatotheristes, apodado “segador de la muerte” por sus múltiples colmillos frontales. Y el segundo, el carcharodontosaurio Ulughbegsaurus, que poseía una cabeza mucho más redonda y grande que el anterior.
Ambos dinosaurios ancestrales tenían rasgos muy parecidos al T-rex, por lo que los paleontólogos directamente los vincularon entre sí. Aunque cabe destacar que los únicos huesos reconocibles hasta ahora son los de la mandíbula y el cráneo, por lo que se desconoce si estas especies tenían brazos pequeños o una larga cola como el Tiranosaurio rex.
Entonces, ¿por qué se les considera ancestros del T-rex?
Si bien los paleontólogos no han podido encontrar el cuerpo completo de este dúo de dinosaurios, si han podido hallar vestigios de algunos huesos de la cola y las patas. Gracias a estos, han podido calcular el tamaño promedio que ambos carnívoros tenían al momento de morir.
Curiosamente, y a pesar del tamaño de sus cabezas, ambas especies parecían medir alrededor de ocho metros de largo en el Cretácico. Lo que los convertía en los dos dinosaurios más grandes de sus ecosistemas, hace 90 millones de años. Al menos hasta la llegada del Tiranosaurio rex, que coincide exactamente con la extinción de estas especies.
Estos patrones cronológicos han hecho creer a los científicos que ambos dinosaurios fueron ancestros del T-rex en algún punto de la historia. Solo que evolucionaron para adaptarse al clima cálido del Cretácico y a la falta de alimento que se vivió durante la última era de los dinosaurios.
“Hace entre 90 y 80 millones de años, las especies de tiranosaurios comenzaron a evolucionar hacia un cuerpo de mayor tamaño. Thanatotheristes y sus parientes se encontraban entre los ancestros que dieron lugar a especies de T-rex aún más grandes. Especies que gobernaron América del Norte y Asia hasta la llegada del asteroide Chicxulub”.
Jade Voris, investigador en la Universidad de Uzbekistán
Jared Voris y Kohei Tanaka piensan ir a las excavaciones originales en donde se hallaron estos dos dinosaurios para confirmar que son verdaderos ancestros del T-rex. Por lo que habrá que esperar todavía un poco para poder decir que el dinosaurio más popular del Jurásico tenía familia.