La escasez de este medicamento está impulsando los casos de sobredosis por opioides
Este último año ha sido especialmente duro para los jóvenes adictos a las drogas y sus mascotas, pues las reservas de naloxona se acabaron. Este medicamento inyectable es uno de los más utilizados para tratar los casos de sobredosis con opioides, debido a su bajo costo y su alta efectividad. Sin embargo, se le perdió la pista desde mayo de 2021.
Los defensores de las comunidades culpan a los gobiernos por su falta de interés hacia los jóvenes, y estos gobiernos a su vez culpan a la pandemia de Covid-19 por impulsar la escasez. Pero independientemente de quiénes sean los responsables es un hecho que la pérdida de este tratamiento no son buenas noticias.
La importancia de la naloxona inyectable en el tratamiento de sobredosis de opioides
En este caso el precio no está vinculado a la calidad del producto. La naloxona es barata y sumamente efectiva para frenar el paso de los opioides a nuestras células. A tal punto que se le considera el mejor tratamiento contra la sobredosis. Capaz de administrarse por vía intravenosa, intramuscular o a modo de aerosol.
Cuando se aplica este medicamento a alguien que está experimentando una sobredosis de opioides, se puede revertir rápidamente la incapacidad para respirar. El principal síntoma que amenaza la vida de las personas intoxicadas con droga.
Lamentablemente, adquirir este producto no es tan fácil como adquirir un opioide. La naloxona no se encuentra en todos los supermercados o las farmacias, sino que es distribuida por organismos especializados en el tratamiento contra la adicción. Con lo cual los drogodependientes están sometidos a lo que dicten los gobiernos y las negociaciones con farmacéuticas.
¿Por qué desapareció este medicamento en 2021?
La compra de este inyectable ya venía presentando problemas desde 2012. Sin embargo la mayor crisis ocurrió a finales de 2020. Para esa época varias organizaciones americanas aseguraban que Pfizer, su principal productor de naloxona, se negaba a aceptar el precio estándar de 5$ por dosis.
Al parecer, la farmacéutica estaba teniendo problemas con la fabricación de naloxona, por culpa de las vacunas contra el Covid-19. Por tanto, exigía un impuesto adicional para su fabricación urgente. Algo que muchos países rechazaron pagar, iniciando así este penoso incidente de falta de medicamentos contra la sobredosis de opioides.
En 2022, Pfizer aseguró que había comenzado a recuperar la producción de naloxona, mas la cantidad de pedidos que acumuló en dos años le están demorando más de lo previsto.
“Todavía estamos trabajando en muchos pedidos pendientes, probablemente alrededor de 200,000 dosis ahora. Estamos activando las redes de ayuda mutua, pero la escasez podría demorar hasta agosto de 2022”.
Pfizer – BioNTech
Lo más lógico por parte de los gobiernos sería buscar otros proveedores mientras la farmacéutica se estabiliza, como Remedy Alliance. Sin embargo, cada programa de drogadicción se rige por una legislación bastante cerrada, y en el caso de Estados Unidos y parte de Europa, Pfizer es la única opción segura para invertir.
Obstáculos en la búsqueda de tratamientos para la sobredosis de opioides
Si bien estos programas están vinculados a los departamentos de salud, tratan la drogadicción como algo aparte. En este sentido, carecen de financiación externa para buscar otros proveedores cuando uno falla.
Además, suelen estar vinculados a una causa o un grupo de personas particular, ya sean jóvenes con problemas socioeconómicos, extranjeros o mujeres. Con lo cual tienden a reservar medicamentos para estas poblaciones vulnerables, en lugar de repartirlos equitativamente ante un caso de sobredosis por opioides.
“Los programas de reducción de daños que están haciendo la mayor parte de la distribución a las personas que lo necesitan, la mayoría no está recibiendo los suministros adecuados, excepto en un puñado”.
Eliza Wheeler, trabajadora en the Opioid Safety and Naloxone Network Buyers Club
Visto así, no hay muchas esperanzas para los jóvenes con problemas de adicción. De hecho, médicos expertos ya aseguran que para finales de 2022 aumentarán los casos de sobredosis en todo el mundo.
¿Qué necesita cambiar para que la naloxona vuelva?
Muchos organismos públicos están planteándose pedirle a la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) que la naloxona sea un medicamento de venta libre. De esta manera sería posible que las farmacias consiguieran proveedores secundarios a Pfizer.
No obstante, eso podría empeorar el rastreo de estos medicamentos y de los estándares de calidad que necesitan. En otras palabras, daría lugar a la creación de medicamentos paralelos a la naloxona, pero menos efectivos contra la sobredosis de opioides. Lo que sería igual o peor que no tener ninguna naloxona.
Así que, habrá que ver cómo los gobiernos tratan este tema para evitar una crisis sanitaria. Por el bien de los jóvenes adictos a los opioides.