¿La viruela del mono podría volverse pandemia? Por qué la ciencia dice que no nos preocupemos
Con brotes en unos 18 países y cerca de 150 infecciones alrededor del mundo, la situación de la viruela del mono sigue siendo un hecho preocupante. Los científicos y la OMS han hecho todo lo posible por calmar a las personas, asegurándoles que este virus no se parece en absoluto al SARS-CoV-2. Pero muchos viendo la situación actual en Europa ya empiezan a hablar de una segunda pandemia.
Entonces, ¿a quién deberíamos creer? Hace tres años nadie pensó que una misteriosa neumonía en China pudiera convertirse en una pandemia global llena de restricciones, medidas de distanciamiento y protecciones sin precedentes. Con lo cual es posible que estemos ante una pandemia de viruela del mono, solo que todavía no nos hemos dado cuenta.
¿A las puertas de una pandemia por la viruela del mono?
Si nos guiamos únicamente por el pánico colectivo sí, podríamos decir que estamos a cerca de otra pandemia. Pero desde la perspectiva científica es bastante improbable que la viruela del mono se vuelva endémica, aun cuando la cantidad de casos alrededor del mundo sigue en aumento.
Para estos expertos en virología estamos ante una “epidemia”. Es decir, ante un caso de brotes descontrolados que acabarán desapareciendo tarde o temprano.
Si bien hubo una preocupación inicial de que el virus hubiera evolucionado a una versión más transmisible, la secuenciación genética más reciente sugiere que ese no es el caso. Por tanto, la cepa de África Occidental que ha despertado toda esta idea de “pandemia” no es lo suficientemente potente como para contagiar al mundo con la viruela del mono.
Es por eso que los científicos nos dan ahora tres puntos por los cuales este virus no podría convertirse en una pandemia
1# No suele transmitirse con frecuencia de persona a persona
A diferencia del Covid-19 que tenía un alto grado de propagación en todas sus variantes, el virus de la viruela del mono es mucho menos endémico en humanos.
Para que una persona pueda contagiarse de otra es necesario que esté en contacto directo con el positivo por viruela o con sus fluidos contaminados. Es decir, tocar las ampollas o costras de la piel, su sudor o su saliva.
Un contagio más seguro sería a través de la mordedura o los fluidos de animales infectados en África.
Así que es muy poco probable que una persona que esté en el mismo lugar que un infectado termine contagiada, como muchos sugieren. El primer caso de este nuevo de 2022 fue por una persona que viajó a Nigeria y regresó contaminada, por lo que está claro que la viruela de mono no se transmite por el aire, sino por el roce. Con lo cual bastaría con evitar a quienes tienen lesiones en la piel para prevenir el contagio.
2# Es fácil de identificar en su etapa menos contagiosa
Quizás pensemos que es difícil determinar quién es positivo sin pruebas PCR como las que se usaron en la pandemia de coronavirus, pero la viruela del mono en realidad salta a la vista.
Aunque tiene síntomas similares a una gripe, como la fiebre, el dolor muscular y el dolor de cabeza, estos siempre aparecen acompañados por comezón en la piel y ganglios inflamados. Dos signos que diferencian a la viruela del mono del resto de enfermedades, incluídas las otras versiones de la viruela tradicional.
En este sentido, tanto la persona como sus allegados pueden saber si se contagió con este virus, pues casualmente los síntomas suelen aparecer uno o dos días después del contagio. Primero como una urticaria inusual en la piel, y luego seguido por ampollas con pus al cabo de 7 u 8 días. En ambos casos, veremos a la persona rascándose la piel lesionada.
3# La viruela del mono es un virus conocido
Pocas cosas en este mundo son más peligrosas para la ciencia que la incertidumbre. Cuando un virus es desconocido, como ocurrió con el Covid-19 en 2020, es imposible tratarlo. No se sabe cómo funciona, qué ataca o cómo podría propagarse, por tanto, los contagios son inevitables.
Afortunadamente, el virus de la viruela se conoce desde 1958, por lo que existen tratamientos para hacer frente a esta supuesta “pandemia” de viruela del mono. En concreto, una vacuna contra la viruela que ha demostrado frenar a la cepa de África Occidental en los jóvenes que la recibieron de pequeños, y en los adultos mayores revacunados.
De igual forma, el Centro Johns Hopkins asegura que antivirales como el cidofovir y brincidofovir podrían usarse también para tratar la viruela del mono.
Entonces, ¿no deberíamos preocuparnos por tantos países con la viruela del mono?
Sin duda es preocupante que haya tantos casos fuera de África, pero no tanto como para llamarlo pandemia o crear teorías conspirativas sobre la viruela del mono.
El miedo es libre y la ciencia lo sabe. En especial después de soportar tres años de pandemia. Sin embargo no existe de momento ninguna prueba científica que demuestre que esta viruela puede ser tan peligrosa como el SARS-CoV-2.
La única razón por la que ha prosperado tanto en estos últimos meses es debido a la poca resistencia inmunológica que tienen los niños contra esta enfermedad.
“Cada vez es mayor el contacto con los animales silvestres, la urbanización descontrolada, el turismo y el cambio climático. Hay un montón de factores que unidos a la baja inmunidad grupal hacen que puedan aparecer brotes con mayor frecuencia, que es lo que está ocurriendo”.
Mundo Raúl Rivas González, catedrático de microbiología en la Universidad de Salamanca en España
Un consejo para las próximas semanas
En este sentido, no se puede predecir si habrá un par de casos puntuales la semana que viene, o si habrá una epidemia, no pandemia, de casos de viruela del mono por cuatro o cinco semanas más.
Lo único que podemos hacer es seguir las medidas de seguridad que los expertos nos recomiendan. Es decir, evitar el contacto y las relaciones sexuales con positivos por viruela, limpiar las sillas antes de sentarnos y mantener el pánico al mínimo posible para evitar imprudencias.